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Dos Atléticos por Julián García Candau

La Razón
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El Atlético avisó desde el comienzo. Se advertía que con Falcao y Adrián el Besiktas corría serio peligro. A los avisos se sumaron Juanfran por la derecha, Filipe Luis por la izquierda y Gabi y Koke por el centro. La victoria se adivinaba. Llegó Koke y comenzó a dar pases certeros en jugadas de contragolpe y a la pareja ideal, Falcao-Adrián, se sumó Salvio con un golazo. Abierto el marcador, de nuevo aparecieron Koke y Salvio, que tuvo la posibilidad de ceder el balón a Falcao, pero entusiasmado como estaba por el primer tanto, se la jugó en remate difícil y consiguió el segundo. Fue jugada de las que se pueden contar horas después en el bar de la esquina.

Adrián no se podía ir al descanso sin poner en el césped la jugada distinta. La imaginación, la improvisación, el toque de distinción lo dio el campeón europeo Sub'21 en jugada que podría firmar Messi, a quien se atribuyen toda suerte de delicadezas balompédicas.

Este Atlético, que llegó al descanso con la eliminatoria prácticamente resuelta, jugó uno de los mejores partidos que se le recuerdan. Hay que echar la memoria muy atrás para recordar goles como los marcados por Salvio y Adrián. El Atlético, atacado por la mediocridad hace nada, reapareció en el segundo tiempo. Marcó Simão y el equipo se desmoronó. Fue el otro Atlético. Perdió el dominio y estuvo en un tris de encajar algún gol más que le habría puesto la eliminatoria muy cuesta arriba. Mostró las dos caras propias de la casa.

Posdata. Simeone tendrá que explicar los motivos del cambio de Adrián.