Estados Unidos

Tavernier un maestro que quiere seguir siendo un novato en Cannes

Rodar cada filme "es un estado de urgencia", porque eso permite encajar la emoción del principal personaje. Y buscar el ritmo, la velocidad adecuada de cada personaje, dice el realizador francés Tavernier, que presenta película en el festival de Cannes.

El francés Bertrand Tavernier es uno de los grandes maestros del cine pero a sus 69 años no busca vivir de las rentas y quiere seguir haciendo cada película como si fuera la primera, como si no supiera nada de cine."Intento filmar cada película como si fuera mi primera película, como si tuviera que probar a todo el mundo que estoy vivo y en activo", explica en un encuentro en Cannes con un reducido grupo de medios de comunicación, entre ellos Efe."Tienes que ser apasionado, pensar cómo mover la cámara", plantear todo como si fuera la primera vez, agrega Tavernier, sin parar de mover las manos, de hacer gestos o de tocarse el pelo. Vehemente y apasionado, su forma de trabajar pasa por estar siempre con la cámara "en el estado exacto del personaje. No estar por delante de él, no ser más inteligente ni tener más conocimientos que él"."Si ellos (los personajes) no entienden, la cámara no debe entender. Eso te fuerza a tomar decisiones de dirección, lo que es muy excitante pero también muy difícil". Es la forma, explica, de poder transmitir al espectador el descubrimiento, la sorpresa por la historia que se cuenta.Y eso es lo que ha intentado aplicar en la película que ha presentado a competición en el Festival de Cannes, "La princesse de Montpensier". Al respecto, explicó que cuando va a rodar un filme, especialmente si es histórico, intenta olvidar todo lo que sabe y no utilizar los conocimientos que tiene de algunos hechos por lo leído en libros.Además, agrega, "hay que rodar un filme histórico sin dar la impresión de que estás haciendo turismo dentro de ese periodo, Muy a menudo siento eso en las películas de época. La gente encuadra mesas, pinturas...."para mostrar detalles del momento histórico.Pero eso es justo lo que no hay que hacer, indicó Tavernier, que señaló como adecuados ejemplos de buenas recreaciones en filmes como "La Marsellaise"(1938), de Jean Renoir, o algunas películas italianas de autores como Roberto Rossellini o "La reina Margot"(1994), de su compatriota Patrice Chéreau.Filmes históricos, un género que gusta especialmente a Tavernier, con ejemplos como "La fille de d'Artagnan"(1994), pues considera que cuando miras a la historia "encuentras cosas que iluminan también el presente y te hacen entender"."Es como lo que estamos viviendo ahora con los bancos, comparado con lo del 29, es fascinante", dijo Tavernier, que también aludió a algunos Gobiernos actuales que son como los que había antes de la primera Guerra Mundial. "Gente irresponsable, ignorante y arrogante".La historia está hecha de "carne y sangre" y eso hace que Tavernier esté fascinado por intentar entender diferentes periodos de la historia. Y para trasladar esas historias a la gran pantalla, nunca comienza por estudiar el periodo en sí, sino por dar vida a unos personajes que le atraigan lo suficiente como para pasar dos años de su vida con ellos.Después busca la historia y a partir de ahí comienza con los aspectos técnicos, como la luz, la fotografía, uno de los elementos más importantes. El secreto para lograr la luz adecuada en cualquier tipo de filme está, explica Tavernier, en evitar las referencias pictóricas y buscar un único punto lumínico a partir del cual se crea todo.Una obsesión por los detalles que ha hecho de Tavernier un maestro con el que muchos actores quieren trabajar y para quien sólo hay alabanzas por parte de quienes han rodado con él. Ha recibido cartas de actores como Philippe Noiret o Tommy Lee Jones, que le felicitó por el montaje francés de alguno de sus filmes, frente al más comercial de la versión para Estados Unidos.Algo que no parece preocupar mucho a Tavernier, que se da por satisfecho con que exista en DVD la versión real