Investigación científica

«Su consumo no resulta imprescindible para la salud»

«Su consumo no resulta imprescindible para la salud»
«Su consumo no resulta imprescindible para la salud»larazon

-¿Qué son los alimentos probióticos?
-Son alimentos en los que se encuentran una serie de bacterias que se supone que tienen un beneficio para nuestro organismo. Lógicamente, no son cualquier tipo de bacterias sino unas muy concretas como, por ejemplo, las del yogur que se ha comprobado que pueden instalarse en el intestino y tener una actividad positiva para nuestro cuerpo.

-¿Son imprescindibles?

-Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que lo que funciona para la salud es la dieta variada y equilibrada. Luego, hay peculiaridades. Los habitantes del Cáucaso, por ejemplo, eran grandes consumidores de probióticos, de leches fermentadas pero aquí no los hemos consumido hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX y tampoco nos ha pasado nada. Imprescindibles no son.

-¿Qué beneficios aportan?

-No se han hecho demasiados ensayos clínicos que demuestren todas y cada una de las cosas que se aseveran de los probióticos. Hay auténticas enciclopedias sobre la supuesta capacidad que tendrían estos productos para mejorar nuestra salud, pero se han demostrado muy pocos. Comprobado sabemos que funcionan en la prevención de diarreas infecciosas y en la mejora del intestino, sobre todo después de haber seguido un tratamiento con antibióticos. Parece que pueden mejorar la salud cardiovascular, pueden colaborar también en la reducción de ciertos factores de riesgo de cáncer, etc. Hay una lista muy grande de posibles efectos, pero comprobados científicamente no hay demasiados.

-¿Presentan alguna contraindicación?

-Únicamente, pero es anecdótica, pueden tener efectos perjudiciales en pacientes inmunodeprimidos que tengan sida. Además, si consumen dosis muy altas pueden infectarse, porque no dejan de ser bacterias y pasan de ser buenas a convertirse en agresivas.

-¿Qué cantidad hay que consumir?

-Al menos una ración al día o cada dos días para que hagan efecto de recambio sobre las bacterias que podamos tener en nuestro intestino y que viven de lo que comemos. Además, como ingerimos mucha carne y pocos vegetales, existen pocas bacterias beneficiosas en esa flora intestinal. Así que hay que dar el cambio tomando más verdura, más fibra, es decir, prebióticos y consumir estos productos lácteos fermentados, que, preferiblemente a diario.