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Valderas ve «muy acertado» apoyar a Griñán pero no entrar en su Gobierno
Sevilla- El presidente en funciones de la Junta, José Antonio Griñán, quiere que el nuevo Ejecutivo andaluz se normalice «cuanto antes», pero nadie va a marcar el ritmo a IULV-CA, cuyos 12 diputados necesita para gobernar tras los resultados electorales del 25M. El coordinador regional de la coalición de izquierdas, Diego Valderas, dice tener muy claro «el mensaje político» que las urnas les han lanzado. Pasa por «frenar las desastrosas políticas de derecha que están llevando a cabo ministros como Cristóbal Montoro o Fátima Báñez» pero también «las que se han hecho en San Telmo por parte de Griñán», avisa.
Avanzan paso a paso en el «camino de Ítaca» que transitan tras doblar la fuerza de su Grupo Parlamentario. La Comisión Ejecutiva regional elegirá el viernes la «delegación» que negociará con los socialistas Mar Moreno, Susana Díaz y Mario Jiménez. Lo harán con una directriz: «Toca hablar de políticas, no de caras». Valderas es rotundo: «Nadie me va a ver al frente de IU peleando por un silloncito», garantiza a LA RAZÓN.
Preguntado por si optarán por un pacto de gobierno con el PSOE o por acuerdos parlamentarios puntuales, el líder de IULV-CA se inclina por lo segundo. De hecho califica de «declaraciones muy acertadas» las palabras de su antecesor, Julio Anguita. Éste abogó ayer por que la coalición apoye la investidura de Griñán si el PSOE se compromete a asumir «tres o cuatro propuestas concretas que beneficien a los más humildes», para pasar luego a la oposición en la Cámara autonómica el resto de la legislatura. El precio de ese respaldo de investidura incluirá previsiblemente la creación de una comisión de investigación en el Parlamento sobre el caso de los expedientes de regulación de empleo fraudulentos (ERE) que investiga la juez Mercedes Alaya.
«Tenemos un compromiso –se explica Valderas–. En el próximo periodo tiene que haber una comisión de ese tipo que dirima las responsabilidades políticas y administrativas, al margen de las legales, que existan en el asunto de los ERE, caiga quien caiga». Éste puede ser uno de los principales escollos en las conversaciones con los socialistas, que han vetado hasta en nueve ocasiones su conformación en el Parlamento autonómico.
Sobre la mesa estarán otras cuestiones como la Reforma de la Ley Electoral andaluza, que los izquierdistas consideran injusta, nuevas medidas encaminadas a «regenerar las instituciones públicas» en la región, o a lograr mayor transparencia en el ámbito de la política. Pelearán, asimismo, por que «el poder ejecutivo y el legislativo no estén en las mismas manos» –de lo que se puede deducir que no rechazarían la Presidencia de la Cámara regional–; y por potenciar una banca pública autonómica. Ahora bien, «estableceremos prioridades como el empleo», señala el dirigente andaluz de IU, consciente de la situación económica que atraviesa la comunidad. «Todos los que nos han votado el domingo –plantea– no nos perdonarían que no se construya una acción de gobierno destinada a solucionar sus problemas reales».
¿Hablarán con el PP para intentarlo? En la respuesta coincide con Arenas, «es imposible». Lo matiza, «la posibilidad de diálogo siempre está abierta» pero insiste en un mensaje: «Somos agua y aceite».
Falta voluntad por ambas partes para repetir el escenario que se dio en Extremadura, donde la coalición de izquierdas permitió al popular José Antonio Monago gobernar sin mayoría absoluta. Es más, Valderas defiende que el presidente de los populares andaluces y ganador de las elecciones en numero de votos, Javier Arenas, ha «hecho bien» al «ofrecerse al PSOE-A». Prefirió no pronunciarse sobre la idoneidad de que populares y socialistas alcancen acuerdos de gobernabilidad en Andalucía pero sí puso de relieve que PP y PSOE ya se han «abrazado» antes cuando modificaron la Constitución o en el País Vasco.
De puertas adentro, Valderas se ha marcado una hoja de ruta para los próximos días: «Quiero conectar con el conjunto de mi organización para saber lo que piensan». De momento, afirma que el clímax es de entendimiento. Interrogado sobre si teme que críticos como Juan Manuel Sánchez Gordillo, cabeza de lista por Sevilla, se nieguen a pactar con el PSOE contesta: «Juan Manuel es minoritario dentro del partido, es lo que es».
IU no ve prioritario cambiar la reforma del sector público
La negociación entre PSOE e IU tendrá muchas aristas. No será sencilla y las diferencias entre ambas formaciones son tan importantes que será difícil llegar incluso a un acuerdo de mínimos. Para la formación de izquierdas, hay prioridades como la banca pública, el empleo, la educación o la sanidad. Entre estas urgencias no está la reforma del sector público que aprobó el PSOE en solitario en la pasada legislatura. La postura de IU ha sido equidistante. Su diputado Ignacio García aseguró ayer a este periódico que tienen claro que no van a contribuir a crear «25.000 parados más», en referencia al personal laboral de las agencias, los «enchufados». Tampoco considera imprescindible que, si se llega a un acuerdo que incluya la presencia de IU en el Gobierno andaluz, su formación controle también alguna de las agencias administrativas creadas tras la reordenación del sector público empresarial. En cualquier caso, «aún no hemos analizado el asunto», aseguró.
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