Falcao se para en once

Cuando Falcao comenzó su partido en Mestalla ya sabía que Messi y Cristiano Ronaldo no habían marcado. Era su momento para ganar puestos en el «Pichichi», pero el colombiano solo recordará el partido de anoche por la marca que dejaron en su frente los tacos de Soldado. Se marchó de Valencia sin marcar, a dos goles de Messi y con su racha de partidos consecutivos marcando interrumpida. Se frenó en once. Apuró en Anoeta para marcar de falta en el último minuto. Parecía un aviso divino de la infalibilidad de Radamel. Pero fue Mestalla, el campo en el que debutó la temporada pasada con el Atlético, el que le frenó.

Lo intentó el colombiano de todas las maneras. No le importaba llevar la cabeza vendada en rojo. El color era lo que le alejaba de la imagen lejana de los héroes sufrientes que se enfrentaban, y perdían si no estaban protegidos, con las costuras de los balones primitivos. Esa imagen de Camacho en el Mundial 86 después de que el norirlandés Clarke le pisara la cabeza. En el rojo se nota menos la sangre si vuelve a brotar y hace que la venda parezca más un adorno que una protección. Eso mismo debía de parecerle al colombiano que no perdió las ganas de rematar cualquier pelota que volara sobre el área. Aunque siempre tuviera a los centrales valencianistas pegados a su espalda. Pellegrino les había ordenado pararlo. Y lo consiguieron.

«El equipo trabajó muchísimo, controlamos bien a su delantero y no les hemos dejado mucho espacio para que corriesen», comentaba orgulloso en la sala de prensa el preparador valencianista. El Valencia había conseguido parar a Falcao y a todo el Atlético, que perdió su primer partido desde el pasado 11 de abril, cuando fue derrotado en su campo por el Real Madrid. Desde aquella goleada, todo habían sido resultados positivos en la Liga. Esta temporada, los rojiblancos han ganado todo lo que han jugado menos los partidos disputados en Valencia. Empató en la primera jornada contra el Levante y perdió ayer en el campo del Valencia.

Al Atlético le queda el consuelo de su imbatibilidad en Europa. Esta semana se ha cumplido un año de su última derrota en el continente, contra el Udinese.

«Nos vamos con la cabeza tranquila porque lo hemos intentado y no puede haber reproches», comentó Simeone después del encuentro. El argentino estaba orgulloso de la actitud de sus jugadores y no quiso responder a Manuel Llorente, presidente del Valencia, que acusó a Falcao de usar demasiado los codos. «Quizá no ha jugado demasiado al fútbol», fue su única respuesta. El «Cholo», en cambio, defendió a Pellegrino cuando lo expulsaron. «Se trata de un colega y pedí que no lo echaran», confesó.