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Predicar y dar ejemplo por Toni Bolaño

La Razón
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Una cosa es predicar y otra dar trigo. Esa es la esencia de la política del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Por un lado, busca trigo en sus pactos con el PP. Lo consigue, lo recoge y lo guarda. Es más, niega que lo haya recogido. El pacto con el PP sigue siendo un plato de mal gusto en una buena parte del electorado nacionalista. Para hacer fiable su negación de la evidencia, Mas se pone a predicar sobre la transición nacional de los catalanes hacía la independencia. Primero, se envuelve en la estelada –la bandera independentista- para denunciar el expolio fiscal de España a Cataluña. Segundo, reivindica el pacto fiscal como solución de todos los males. Tercero, si este nuevo estatus no se alcanza, la transición nacional desembocará en esa ansiada independencia del pueblo catalán, aunque sólo la deseen algunos nacionalistas. La pasada semana el gobierno nacionalista acusó al PP de asfixiar Cataluña con la subida del IRPF. Lo dijo el lunes. El miércoles, el grupo de CiU apoyó la asfixia en el Congreso. Mas dio su apoyo a Rajoy porque le es perentorio el apoyo popular a sus presupuestos. Sin embargo, de cara a la galería lo niega. Más ejemplos. El consejero de Economía acudió a la reunión del Consejo Fiscal y Financiero que presidió ayer el ministro Montoro. La batería mediática anunció la «exigencia» de Cataluña del pago de los 759 millones previstos en la Adicional Tercera del Estatut y los 1000 del fondo de compensación interterritorial. La bravuconada acabó en preguntas del consejero al ministro. ¿Qué hay de lo mío? Respuesta, primero austeridad y cumplimiento del gasto. Gracias ministro. La última. El presidente de Cataluña fue entrevistado por el Financial Times. Allí habló del maltrato español y del «evidente» divorcio entre Cataluña y España. Mas, ufano, levantó la senyera en el diario británico. Por la tarde, la escondió de nuevo aunque el Gobierno sacó pecho para decir que «Cataluña da una nueva oportunidad a Rajoy». Se supo que el presidente le recibirá en la Moncloa el 1 de febrero. Allí Mas irá a por trigo. Cuando vuelva a Barcelona volverá a enfundarse en la senyera y volverá a predicar. Agotador.