Gómez llama a la «convulsión» del PSOE para recuperar la lucha de Pablo Iglesias contra los poderosos

En el cementerio civil de La Almudena, Gómez ha dedicado este viernes sus primeras palabras al homenajeado, Pablo Iglesias, que comenzó su andadura, una "batalla desigual", con el objetivo de luchar contra los poderosos y la dominación política y económica.

Gómez, que ha hablado de una "crisis importante"en el seno del PSOE, ha considerado que el partido tiene que "autentificarse"y "repensarse". Además, ha señalado que tras los resultados electorales del pasado 20 de noviembre el PSOE necesita una "convulsión interna"
y un "debate profundo desde la militancia".

"Necesitamos esa convulsión interna, hacer una lectura clara de lo que nos han dicho los ciudadanos y que sea un debate profundo desde la militancia, el compromiso de ciudadanos que ni viven ni quieren vivir de la política, que simplemente les une el deseo de una sociedad mejor", ha destacado el socialista.

"Tenemos que repensarnos seguramente como organización política, tenemos que aprender mucho de nuestros compañeros fraternales de la UGT donde las organizaciones sectoriales son clave", ha señalado también Gómez, que además ha considerado que el PSOE probablemente debe avanzar en su relación con el resto de fuerzas políticas de izquierda en España.

El secretario general de los socialistas madrileños ha hecho una clara apuesta por la "socialdemocracia"y por una salida de la crisis por la izquierda en contra de las políticas neoliberales. "Lo que tiene que hacer el PSOE es un proceso de autentificación de un proyecto de izquierdas desde la socialdemocracia", ha considerado Gómez.

"Estaremos a la altura y seremos capaces de afilar el filo de nuestras ideas para seguir luchando contra cualquier forma de dominación. Estaremos a la altura para volver a ser el partido que siga transformando este país en el futuro. Para eso hay que hacer las cosas bien", ha aseverado en relación al Congreso Federal que el PSOE celebrará en 2012.

Con la vista en la crisis, ha apuntado que "seguramente"su origen se sitúa en mayo de 2010, cuando el Gobierno socialista tomó medidas "interpretadas por los ciudadanos como no propias de un gobierno de izquierdas".