Referéndum en Grecia

Zapatillas por Ely del Valle

La Razón
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Por lo visto, tiene el patio revuelto, y cuando no es Chacón la que resurge de sus cenizas cual ave Fénix intermitente, es Gómez el que saca pecho pidiendo primarias para fundírselo. Sus asesores de imagen deberían avisarle de que el «look» de este fin de semana no es el más apropiado para reivindicar su disposición a abanderar las próximas elecciones. Ante el acoso de tanto jovenzuelo con pretensiones, el líder debería cuidar al máximo los pequeños detalles, y aunque suene frívolo, la combinación zapatillas de deporte, pantalón tipo dril con bolsillo oblicuo y camisa de vestir arremangada nos recuerda más a la de los petanquistas jubilados del Retiro que a la de alguien que aspira a convertirse en referente de las Juventudes de su partido. Da igual que reivindique el mérito de apostar por la inversión como locomotora de una nueva prosperidad económica –ya lo demostró con el fallido Plan E– o que intente transmitir que algo bueno le toca con la victoria de un Hollande que, o mucho me equivoco, o le va a dar más de un disgusto apostando por la parte tibia de su discurso. El carisma se le ha escapado en esas zapatillas blancas y de marca, como recién estrenadas para la ocasión. Habrá quien vea en el gesto un guiño al deporte patrio que tantas alegrías nos da cuando más lo necesitamos. No cuela. Descabalgado de sus eternos mocasines se asemeja más a un retirado de la banca que a alguien dispuesto a volver a intertar el récord de los cien metros lisos. Es triste reconocerlo, pero lo más interesante de la arenga de este fin de semana de Rubalcaba han sido sus zapatillas. Así le van las encuestas.