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La asignatura pendiente de la conciliación

La asignatura pendiente de la conciliación
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En estos momentos, cuando estamos abordando el siglo XXI, tenemos que mirar hacia atrás y hacer un reconocimiento a las madres, mayoritariamente anónimas, que dan vida. Esa decisión de traer a una nueva persona al mundo supone mucho sacrificio, que además nos obliga a dejar mucho de nosotras mismas para lograr hacer crecer a personas.

A lo largo de la historia se ha hecho mucha poesía sobre la maternidad, pero nunca se ha dignificado. Todo eso ha provocado que la conciliación se haya convertido en una de las asignaturas pendientes del siglo XXI.

Desde los poderes públicos se han dado algunos pasos en este sentido, pero hace falta un cambio de mentalidad en la sociedad. En el año 1999, el Gobierno del Partido Popular puso en marcha la primera ley de conciliación de la vida profesional, familiar y personal. Asimismo, la Ley Orgánica de Igualdad efectiva entre hombres y mujeres de 2007 también recoge algunas líneas de actuación en este sentido, como fue el establecimiento de un permiso de paternidad de 15 días. Sin embargo, todo eso han sido sólo pequeños pasos. Es necesario que toda la sociedad reaccione para buscar una solución que debe basarse en tres pilares básicos: una reforma de la legislación vigente que permita a las madres compaginar su vida profesional con la de sus hijos; abordar la conciliación desde la negociación colectiva y establecer un plan de ayudas a las familias.

Al mismo tiempo, es necesario que se establecezca en la sociedad un cambio de mentalidad hacia la corresponsabilidad, con el objetivo hacer cómplices a los hombres de que el hogar y los hijos son tanto de los padres y como de las madres, y que cuanto más se implica un padre en la educación de sus hijos, mayor ternura despierta en ellos y más compromiso tiene para ser responsable de su formación.

Hoy abordamos un año más el día de las madres, el día de unas mujeres fuertes y anónimas que hacen posible que su vida dé un giro hacia la maternidad, para dar vida, y después para hacer que esas vidas que han sido capaces de construir se conviertan en personas que logren un desarrollo personal y aporten a la sociedad lo mejor de sí mismos.

Ésa no es una labor solamente de las madres, sino también de los padres. Es la asignatura pendiente de la sociedad de este siglo. Hay que abordar la conciliación como una idea de futuro y como un principio de igualdad entre hombres y mujeres.

Cambios necesarios
Nuestra sociedad está muy envejecida y necesita de la fuerza de estas mujeres para crear vida y rejuvenecer la pirámide de población. Es por esto que se hace imprescindible apoyar a las mujeres como fuente de vida y de desarrollo. No podemos permitirnos que nada cambie y que las mujeres se casen cada vez más tarde y que cada vez tengan menos hijos porque, desgraciadamente, tienen que elegir entre ser madre y tener una vida profesional. Lo que esto provoca al final es que en muchas ocasiones decidan renunciar a ser madres o a tener más hijos, una situación a la que tampoco ayuda la actual crisis económica, otro handicap serio a la hora de comprometerse a la maternidad.

Ante la imposibilidad de los padres de conciliar, la responsabilidad del cuidado de los hijos está recayendo sobre los abuelos. Esta actividad aporta 8.500 millones de euros al Producto Interior Bruto y en fuerza laboral supone alrededor de 500.000 puestos de trabajo. Los abuelos «canguro» son una figura imprescindible en las familias actuales porque no hay dinero para contratar a una persona que colabore en las tareas del hogar y porque, desgraciadamente, muchas de las guarderías que hay en nuestro país son privadas.

Esta realidad ya ha provocado cambios importantes en las familias y, por tanto, en la sociedad. Esta crisis va a hacer que nos replanteemos nuestra forma de vivir y que recuperemos una serie de valores que habíamos perdido.

Esta realidad también afecta a las instituciones, que trabajan para buscar soluciones. Eso nos va a llevar a mirar hacia adelante para ver a qué nos vamos a enfrentar en el futuro a la hora de tomar decisiones. Sobre todo para que nuestro país no siga envejeciendo, porque de seguir así, en 2050 seremos el país más envejecido del mundo, junto con Japón.

El objetivo del Partido Popular en esta legislatura es crear una estrategia nacional de creación de empleo dirigida a mujeres. Otro de los pilares en esta materia es la elaboración de un plan nacional de flexibilización de los horarios en España y abordar un nuevo modelo de la conciliación de la vida laboral, personal y familiar. Una de las decisiones que ya se han tomado, como anunció el presidente Mariano Rajoy en su discurso de investidura, es que el permiso de paternidad pasará de quince días a un mes a partir del año que viene. Antes no se ha podido hacer por la coyuntura económica, pero será posible con las reformas estructurales que está poniendo en marcha el Gobierno para que salgamos de la crisis. En esta nueva estrategia de conciliación y de corresponsabilidad de lo público y lo privado, el PP seguirá trabajando desde el Parlamento para poner en marcha estas medidas que favorezcan a las mujeres y sus familias.
 

 

Carmen Quintanilla
 Presidenta de la Comisión de Igualdad del Parlamento