Europa

Historia

Meteorología financiera por Sabino MÉNDEZ

Los pronósticos de los economistas no suelen coincidir con la realidad
Los pronósticos de los economistas no suelen coincidir con la realidadlarazon

Hay quien tiene opiniones y hay quien las profesa. En líneas generales, las personas que se limitan a tener opiniones, cuando aparecen datos nuevos, son más sensibles a modificarlas. Más difícil lo tienen quienes las profesan, porque mantienen con ellas una relación más sentimental e íntima, algo parecido a los noviazgos largos (medio siglo de novios, para entendernos), cosa que en el mundo moderno ni siquiera las madres de las folclóricas ven ya operativa y recomendable.
En la actual circunstancia económica de Europa, la cuestión ha sido que la izquierda se ha visto obligada por la realidad a adoptar medidas que contradecían las opiniones que siempre había profesado. Es un hecho indiscutiblemente traumático, que se lleva mejor en los países un poco más infieles. En nuestro país, dónde la gente no es que tenga esposa, sino que en muchos casos la profesa («mi santa», llegan a llamarla en algunos lugares), cuesta acostumbrarse.
Ahora que el aire parece que gira a la derecha, seamos sagaces y no caigamos en pensar que el cambio de signo político va a librarnos de nuestra particular idiosincrasia. Yo creo que los hechos económicos de los últimos dos años han demostrado sobradamente que, desde el punto de vista de la estadística, los pronósticos de los economistas tienen menos fiabilidad que los del hombre del tiempo. Si la izquierda pecó de romance eterno con el «buenismo», el punto flaco de la derecha es una relación larga, mucho más allá de lo habitual, con el mercado. Hoy por hoy, los conservadores tendríamos que ser los menos nacionalistas del mundo, porque una economía que ya es mundial no admite soluciones nacionales. Si no asumimos esa obviedad cuando oigamos hablar a un economista, será mejor que, por ahora, miremos al cielo al salir y cojamos el paraguas.