Nueva York

Nieves Álvarez: «El Ministerio de Igualdad siempre me sonó raro»

Pensar que Nieves Álvarez es todo dulzura –que no empalagosa– resulta innato. Elegante en un photocall, pero también en una tarde de paseo con los suyos, siempre se muestra disponible, educada, cercana, divertida... «No llevo una Naomi Campbell dentro, pero tengo mi genio», intenta excusarse la «top model» española mientras se pone frente a uno de los pasteles de Cupcake (Velázquez,126). Irresistible. También el «cake». 

«Ya no puedo seguir el ritmo de las chicas que desfilan en París y Nueva York»
«Ya no puedo seguir el ritmo de las chicas que desfilan en París y Nueva York»larazon

¿Dulce?
–Salado.

–¿Sin dudarlo?
–A veces el cuerpo te pide azúcar, pero tan sólo me tienta el chocolate negro.

–Tampoco la veo en un atracón de chorizo cantimpalo…
–Va a ser que no.

–Pues el 62 por ciento de los españoles tiene exceso de peso.
–No sabemos alimentarnos. No llevamos una alimentación equilibrada, comemos a deshora, nos encanta el picoteo... Aun así, nada que ver con la obesidad que se ve en las calles de Estados Unidos. Lo que me preocupa es la alimentación de nuestros hijos. Con la bollería industrial y las chucherías hay que tener cuidado, porque estamos creando niños obesos.

–Buen menú. Pero, ¿y la receta para la crisis?
–Si la tuviera, te aseguro que me presentaba a las elecciones para ser presidenta del Gobierno. Es cierto que estamos ante una crisis mundial difícil de afrontar. Hay países con una industria y estructuras más potentes, como Alemania o Francia, que están saliendo mucho antes que nosotros. Quizá el Gobierno tendría que haber puesto en marcha las medidas un poquito antes.

–¿Cambio de Gobierno?
–Yes. Es necesario, urgente y bueno para el país. Necesitamos un cambio en todos los sentidos, hay que ventilar la casa, abrir las ventanas y que entre aire fresco. Eso sí, un Gobierno solo no nos va a sacar de ésta, tenemos que remar todos.

–Imagine: soy presidente de ese nuevo Gobierno y le exijo que forme parte de mi gabinete. Elija Ministerio…
–Si me exiges, nada. Mal empezamos.

–Disculpe. La invito.
–Si me lo propones, aceptaría ser ministra de Cultura, aunque rediseñaría la cartera.

–¿A que metería mano?
–Daría un empujón al mundo de la moda.

–La Pasarela Cibeles se ha quedado fuera del circuito internacional.
–Simplemente no existe más allá de nuestras fronteras. Se ha quedado limitada a un evento local. Uno de mis objetivos sería hacer entender a las instituciones públicas que el mundo de la moda no es algo frívolo. En Estados Unidos, Francia e Italia conforma una industria que genera un volumen de puestos de trabajo clave y tienen un poder económico impresionante. En España se podría hacer. ¿La prueba? Zara y Mango. Venimos de Balenciaga, que es el maestro de la moda por antonomasia. De aquí han salido genios como Manolo Blahnik o Paco Rabanne. Con otro concepto distinto, pero también triunfadores, están Custo Barcelona, Adolfo Domínguez…

–¿Fichamos para Economía a Amancio Ortega y a Isak Andic?
–Sobre todo para que nos dieran sus recetas para que nuestros jóvenes diseñadores, algunos amigos míos, puedan hacer sostenible su negocio. Yo los veo cómo sufren para llegar a fin de mes para sacar a su empresa adelante. La crisis de la moda es tal, también a nivel internacional, que a muchas modelos les pagan con ropa porque las firmas no tienen dinero. También se les acabó viajar en «business».

VIEJOS Y ELEGANTES
–¿Falta talento?
–No, medios. Si no puedes tener acceso a determinadas telas, por muy creativo que tú seas, es imposible sacar adelante una colección digna.

–¿A quién le daría un pase directo a París?

–A Juanjo Oliva. Tiene mucho talento y proyección, su costura es muy francesa, con mucho gusto. Si tuviera las posibilidades y los medios, estaría allí.

–¿Sabe Nieves Álvarez coserse un dobladillo?
–Sí, por supuesto.

–Es que Elio Berhanyer me confesó que nunca había cogido una aguja en su vida.

–Sé coser dobladillo, botones… El otro día, estaba en una boda en Verona y de repente una amiga aparece con toda la cremallera lateral del vestido rota de arriba abajo. Pues ahí me puse con la aguja y los alfileres tapando todo aquello.

–Diseña ropa para niños. Al ser más pequeños, ¿más fácil?

–Todo lo contrario. El patronaje es distinto. Cuando fui madre, descubrí que la ropa que compraba no me acababa de convencer, metía la tijera, quitaba un lazo, ponía un broche... En Villalobos me ofrecieron lo que nunca nadie había hecho: diseñar. Hasta entonces, otros sólo querían que yo pusiera el nombre para explotarlo. Ahora hemos unido fuerzas creando la marca N+V.

–Consejo de Ministros: Trabajo firma la jubilación a los 67. ¿Se ve desfilando entonces?
–¿Por qué no? Mira a Lauren Hutton, que tiene justo esa edad, y está desfilando en pasarela con Tom Ford. Hace unos meses tuve la gran suerte de hacer un desfile con Alberta Ferretti para la fundación de Rania de Jordania y participar con Carmen Dell'Orefice, que acaba de cumplir 80 y cada movimiento que hizo era un gesto de elegancia.

–Muchas son las llamadas, y con el tiempo, pocas las elegidas. Es una «top» superviviente.
–Hay que trabajárselo y reinventarse, saber pasar página poco a poco. Ya no puedo seguir el ritmo de las chicas que desfilan en París y Nueva York. Pero, por ejemplo, acabo de regresar de Berlín de hacer una campaña con las dos modelos que se hacen todo el «Vogue Italia». Cuando estaba con ellas, pensaba: «Si les llevo a estas niñas quince años. Tengo la moral muy alta». Incluso le pregunté al fotógrafo: «¿Se nota mucho la diferencia de edad?». Me lo negó. Lo importante es saber reírse de uno mismo y divertirte con tu trabajo.

–La veo de ministra portavoz. Siempre políticamente correcta. Dígame que pierde los papeles…

–Me enfado poco, pero cuando lo hago, tiemblan todos y sueltan la frase típica: «Nieves, ¡pero si tú no eres así». Mi respuesta es automática: «Soy buena, pero no soy tonta».

–Ministerio de Justicia: ¿Galliano a la hoguera?
–No, en absoluto. Estoy totalmente en desacuerdo con lo que ha dicho, pero también hay quien ha querido hacer leña del árbol caído. Me parece bien que Dior tome las medidas que crea oportunas, pero estoy segura de que va a volver a triunfar. Es un genio. ¿Por qué no darle otra oportunidad?

–Igualdad. ¿A favor de las cuotas femeninas?

–A mí es que eso de tener un Ministerio de Igualdad siempre me sonó raro… No estoy de acuerdo en judicializar la vida. La Justicia es para las cosas importantes y serias, como para abolir la discriminación y favorecer la igualdad en términos generales, pero hay cosas que son obvias y no hay que ir con un «te demando» como en Estados Unidos.

 

Mi maleta del verano
En su maleta pondría un lema: «Más que indignados, esperanzados»
Después del éxito de acogida de su línea de ropa para niños y una temporada en la que ha vivido una nueva primavera en su carrera –el año que viene cumple veinte de profesión–, se va de vacaciones hasta septiembre y con todo aprobado. En su maleta, un lema: «Más que indignados, esperanzados». «Hay que rebajar la crispación y dar ejemplo a los que vienen detrás. No todo vale. Hay que luchar para que todo vaya bien y arrimar el hombro todos juntos porque hay cosas que no funcionan. Creo que ya hemos tocado fondo y que no podíamos vivir como vivíamos antes»

Un lugar para viajar
Nada de paraísos lejanos
Busca en la costa de nuestro país con su esposo, el fotógrafo Marco Severini, y sus tres hijos: Adriano y los mellizos Brando y Bianca