Carlos Iturgaiz: «Si ETA está débil es por las medidas de Aznar»

MADRID- Federico Trillo aseguró esta semana que Batasuna no estará en las elecciones. Y Jaime Mayor insiste en que la negociación sigue en marcha.
–Yo, personalmente, no me fío ni de Rubalcaba ni de Zapatero. Hace cuatro años ya dejaron colarse a ETA en los ayuntamientos del País Vasco y de Navarra, y ellos son los responsables de que hoy ANV tenga más de 40 alcaldías. Si ya lo hicieron hace cuatro años, ¿por qué ahora no?

–Entonces, ¿usted está también seguro de que Batasuna tendrá representación en las elecciones?
–Claro. Forma parte de la negociación y Batasuna lo tiene muy claro. Parece que también lo tiene muy claro Urkullu, quien por activa y por pasiva no se cansa de repetir que la «izquierda abertzale» estará en las instituciones.

–¿Qué consecuencias tendría ese regreso de Batasuna a las instituciones?
–Volveremos al escenario que había en 1998, y le estaremos devolviendo a Batasuna la fuerza necesaria para recuperar el control de algunos pueblos, para conseguir vías de financiación y para ayudar a ETA a reorganizarse.

–Aunque crea en la tesis de que hay una negociación encubierta, ¿admite que ETA está hoy más débil que nunca?
–Si ETA está hoy más débil es gracias a las medidas que en su día adoptó el Gobierno del PP. Nos dijeron de todo cuando promovimos la ilegalización de Batasuna, y al final no pasó nada de lo que aseguraron que iba a pasar. En 2001, Jaime Mayor y Nicolás Redondo ya desbrozaron también el camino para el pacto entre el PP y el PSE que han firmado Basagoiti y López.

–«Caso Troitiño». ¿Está la mano del Gobierno detrás, como sostienen los que recuerdan que las actas de ETA dicen que se comprometió a anular la «doctrina Parot», o es sólo un sinsentido jurídico?
–Hay una cosa evidente: que estamos asistiendo a un goteo de etarras que están empezando a salir a la calle sin cumplir sus condenas y sin signos de arrepentimiento. Los jueces están colocados por los polìticos en muchos casos, pero no tengo elementos de prueba para sostener en este caso que la política está detrás. Lo relevante es que matar sale muy barato y las vícitmas no se merecen estas afrentas.

Los años de plomo del PP vasco
Fueron años difíciles para los populares. Entonces, un joven Carlos Iturgaiz aceptaba presidir el PP vasco. Ya como concejal en Bilbao, sorprendía en los plenos al hablar en euskera mejor que los nacionalistas. De 1997 a 2000 tuvo que afrontar una estrategia macabra en la que fueron asesinados seis concejales del PP. Fueron años de mudanza, en los que su mujer, Lorena, ya no abría las cajas porque sabía que pronto volverían a hacerlas. «Vivir frente al terror» narra una vida de generosidad, compromiso y valentía. C. S. Macías