Subcomisión estéril por Sergio ALONSO

Primero iba a trazar sinergias con las autonomías en el Consejo Interterritorial; ahora, se decanta por impulsar una subcomisión en el Congreso para articular la modernización del sistema. Mientras los Ministerios de Economía y Hacienda no paran de poner piedras de refuerzo en la debilitada estructura del país y adoptan decisiones estratégicas para la reactivación, como el plan de pronto-pago a los proveedores, Sanidad sigue mareando la perdiz y actuando igual que la pescadilla que intenta morderse la cola. Más de 60 días después del cambio de Gobierno, todavía se desconoce medida alguna de calado para variar el rumbo del sistema sanitario español por parte del equipo de Ana Mato, y los agentes que lo integran dirigen sus miradas más hacia Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, que a Mato, Farjas y los ocupantes del Paseo del Prado. Porque, no nos engañemos, lo de la subcomisión no pinta nada bien. Ya hubo una en la época de José Manuel Romay como ministro, con César Villalón, Tomás Burgos y José Ignacio Echániz como diputados populares, y Ángeles Amador y Josep Corominas por parte socialista. Al final, acabó en nada. Mucha comparecencia, mucho sanitario sesudo con discursos para modernizar el sistema, mucho documento y borrador y, al final, todo aquello se esfumó en el aire. También hubo una con Bernat Soria y Trinidad Jiménez como ministros. Aquello acabó en menos aún: decenas de comparecientes con los mismos sesudos estudios acabaron en un documento que parecía llegado de otro planeta. Fue todo tan kafkiano, que Soria lanzó una propuesta de reforma desde un laboratorio cuando dejó su cargo. Lamentable. Lo de la subcomisión ya no cuela. Hay que tomar medidas ya. Y el que no entienda la gravedad de la situación es que no vale para el puesto que ocupa.