Nicolas Sarkozy
Mariano Rajoy: «Sé lo que hacer para crear empleo»
MADRID- En Moncloa no ocultan que el golpe que la agencia Standard and Poor´s ha dado a la eurozona y su decisión de rebajar dos escalones la nota a España «nos hace más difícil un camino que ya estaba difícil». Ante un escenario con serio riesgo de empeoramiento de la financiación exterior, es decir, menor inversión, más paro y crecimiento negativo, al presidente del Gobierno –dicen– no le queda más remedio que seguir tomando decisiones de calado y huir del inmovilismo «como de la peste». La tentación de relativizar el problema está vetada en Moncloa: «Es verdad que la agencia está tocada, tanto como los países a los que examina, pero mantiene una influencia determinante en los mercados y por esto todo lo que dice tiene consecuencias», señalan las fuentes consultadas.
En este ambiente se explica el envite del presidente del Gobierno a empresarios y sindicatos en relación a la reforma laboral o el acento que pone a su vocación reformista y a la urgencia de sus decisiones. «El Gobierno que presido sabe lo que tiene que hacer para mejorar la reputación de España, para crecer y para generar empleo. Lo sabemos y lo vamos a hacer», sentenció en un acto-mitin del PP andaluz, que ayer fichó al jefe del Ejecutivo como «gancho» para su campaña.
Rajoy salió a la palestra para apoyar el «cambio» en Andalucía y para dejar varios mensajes económicos de consumo interno y también externo, para los ojos de Bruselas y de los mercados. España cerrará 2011, según cifró, con 5,4 millones de parados, y su hoja de ruta para dar la vuelta a esta situación pasa primero por atacar el déficit; segundo, por poner en marcha el grueso de sus reformas electorales; y de ahí, activar la recuperación económica y la creación de empleo.
Sus dos urgencias inmediatas son la reforma laboral y la del sistema financiero. En la primera ayer solemnizó que su Gobierno tirará hacia adelante, pase lo que pase con el diálogo social para el que hoy termina el plazo dado por el Ejecutivo. Y lo hizo con un sonoro tirón de orejas, bien vestido, también es verdad, a los agentes sociales. «Si no hay un acuerdo que cada uno asuma su responsabilidad», sentenció. Rajoy advirtió a CEOE y sindicatos que todo el mundo tiene la obligación de hacer lo que está en su mano para tirar del carro. Vamos, que al Gobierno habrá que juzgarle por sus obras, pero que también ellos tienen un juicio pendiente y la obligación de hacer esfuerzos. «Nosotros tenemos un compromiso con los españoles y lo vamos a cumplir, y pido responsabilidad porque España es cosa de todos», manifestó.
El Gobierno admite que la reforma laboral no será mano de santo ni arreglará el problema del paro, pero también está convencido de que el actual marco no favorece la creación de empleo y a partir del lunes, si no hay acuerdo social, pondrá en marcha su maquinaria para llevar al Consejo de Ministros una «profunda» reforma laboral. Otra de las exigencias, todo sea dicho, de Bruselas. En esa agenda europea no están los incentivos fiscales para pymes y autónomos que Rajoy prometió en su campaña electoral, pero que saldrán adelante en este primer curso político. La intención es que la Ley de Emprendedores, que recoge esas ayudas, esté en el Congreso antes del verano y sirva para compensar el estrangulamiento de los ajustes que seguirán realizándose en los Presupuestos de marzo. Antes, ya en menos de un mes, según el compromiso adquirido, deberá estar la reforma del sistema financiero.
Desde el acto del PP andaluz Rajoy también lanzó su mensaje a los bancos: «Si un solar vale 100 no puede figurar en el balance como que vale 1.000». Y engordó, asimismo, su promesa de que esta nueva reestructuración no costará ni un euro al contribuyente. El discurso no incluyó ni una alusión expresa a la subida de impuestos aprobada en el segundo Consejo de Ministros, cuestión que de manera implícita puede entenderse que zanjó con la afirmación de que su Gobierno va a pedir «un esfuerzo más grande al que puede hacerlo». «Intentaremos ser justos y equitativos en nuestras decisiones». Y dentro de que las cosas «no son fáciles», trabajará –dijo– al margen de las presiones de los distintos grupos de interés. «No tengo más compromiso que el interés general». Esta semana empieza una intensa agenda internacional, que abre con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y que culminará con el Consejo Europeo de final de mes.
La hoja de ruta
Retos del Gobierno
1.- Más medidas de ajuste
Más medidas de ajuste al considerar insuficiente la subida del IRPF y el recorte de gasto aprobado el pasado día 30 de diciembre
2.- Reforma laboral
Una reforma laboral más profunda y decisiones de liberalización que fomenten el crecimiento
3.- Sector financiero
Evitar que el saneamiento del sector financiero pendiente deteriore aún más las arcas públicas
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