Barcelona
España despega por decreto
Tras 24 horas sumidos en el más absoluto de los caos y las parálisis, los aeropuertos españoles comenzaron a primera hora de la tarde de ayer a recobrar su actividad, que no la normalidad
Para que operen de nuevo de acuerdo a sus programas habituales, harán falta al menos otras 48 horas, como precisó el ministro de Fomento, José Blanco, que respiraba algo más tranquilo tras lograr que los controladores cedieran y volviesen a sus puestos de trabajo tras casi un día de huelga salvaje encubierta para protestar por el decreto que permite su militarización y regula su jornada. Una protesta que, según los cálculos de AENA, ha dejado más de 600.000 pasajeros damnificados e incalculables pérdidas para las aerolíneas y el sector turístico.
Decreto
Aunque más que el empeño o las gestiones personales de Blanco, fue la declaración a media mañana por parte del Gobierno del estado de alarma [ver páginas 18 y 19] la que obró el milagro. Tras la publicación en el BOE de la medida, cuyo efecto más inmediato es que los controladores pasan a estar movilizados, es decir, bajo disciplina castrense, con lo que podrían ser sancionados por el Código Penal Militar [ver apoyo]; los profesionales de este colectivo empezaron a volver a sus centros de trabajo. Allí se encontraron ya con los militares desplegados desde la noche del viernes en virtud del decreto aprobado ese mismo día y firmado por José Luis Rodríguez Zapatero que permite a Defensa asumir el control del tráfico aéreo civil en casos de extraordinaria gravedad.
Petición de la USCA
La USCA, el principal sindicato de los controladores, explicó que después de que el Ejecutivo aprobase el decreto del estado de alarma, su junta directiva comenzó a moverse para convencer a sus afiliados de que lo mejor era que aquellos que tuvieran que hacer el relevo del turno de tarde, que comenzaba a las tres, se incorporasen a sus puestos de trabajo. Y aunque, según afirmó su secretario de comunicación, César Cabo, fue «muy difícil conseguir convencer a una plantilla muy castigada a lo largo del último año», lo cierto es que a última hora de la mañana los controladores comenzaron a reincorporarse a sus puestos, de tal forma que al final de la tarde, el 98% de los encuadrados en el turno de tarde estaban trabajando. Horas antes lo habían hecho los de Canarias, que, sin embargo, no pudieron trabajar por las presiones de algunos de sus compañeros, según explicaron los afectados.
La paulatina incorporación de los controladores permitió que a las cuatro menos diez de la tarde AENA anunciase que el espacio aéreo español quedaba reabierto, después de que los siete centros de control aéreo que hay en España ya estuvieran trabajando a pleno rendimiento. A esa misma hora despegaba desde El Prat (Barcelona) el primer vuelo con destino a Zúrich, mientras que a las 17:40 lo hacía el primero desde Barajas con destino al aeropuerto de Tenerife sur. Recuperar la actividad no significa, en ningún caso, que se haya recuperado la normalidad en los aeródromos. Para eso harán falta, como mínimo, dos días más, pues será necesario reprogramar los planes de vuelo en colaboración con Eurocontrol, AENA y las propias compañías aéreas.
A media tarde de ayer, Barajas ya estaba preparada para operar a pleno rendimiento, según informó AENA. En condiciones normales, eso supondría que se operasen 98 vuelos a la hora. No obstante, el gestor aeroportuario aseguró que las compañías reanudarían los vuelos «muy poco a poco» porque necesitan tiempo para reorganizarse. A las 20.00 horas, sólo se habían operado 119 vuelos, con 2.470 cancelaciones.
Algunas compañías como Iberia habían anunciado que no volverían a operar hasta las seis de la mañana de hoy. No obstante, a media tarde de ayer, y con el espacio aéreo ya reabierto, la compañía española aseguró que iba a reanudar sus vuelos gradualmente y que, en la medida de lo posible, iba a tratar de dar salida a todos los aviones posibles con destino a América o Suráfrica desde las doce de la noche de ayer, aunque el grueso de las operaciones, igual que Air France, KLM o Air Europa, espera reanudarlo hoy «si todo transcurre según lo previsto», anunció la aerolínea.
La compañía tenía repartidos aviones, tripulaciones y clientes afectados por todos los aeropuertos en los que opera, así como pasajeros alojados en hoteles. «La intención es recomponer este puzzle con la mayor celeridad, si bien encajar todas las piezas de una red que, junto con Air Nostrum, contiene 1.000 vuelos diarios exige su tiempo», afirmó.
Situación límite
Pese a volver a sus puestos de trabajo, los controladores continuaron cargando ayer contra el Gobierno, al que acusaron de dejarles «fuera del estado de derecho decretazo tras decretazo», lo que, según su portavoz en Baleares, Javier Zanón, ha llevado a esta situación. El representante de USCA aseguró, incluso, que algunos controladores llegaron a plantearse «entregar sus empleos» porque han llegado a una situación límite en la que muchos han de tomar ansiolíticos.
Militares de facto en el aspecto legal
por Diego Mazón
La declaración del estado de alarma aprobada ayer por el Consejo de Ministros y la consiguiente «militarización» de los controladores supone que éstos pasan a estar bajo el mando de las Fuerzas Armadas. Esto no supone que los militares se hagan con el mando del tráfico aéreo, sino que a cada centro de control acude un oficial del Ejército del Aire que velará por que los controladores civiles movilizados acudan a su puesto de trabajo y hagan su labor.
Desde su movilización, los controladores son militares de facto, al menos en cuanto al aspecto legal. En caso de que no se presentaran en su puesto o no quisieran trabajar, el oficial sería el encargado de dar parte al juez togado militar y a la Policía Judicial para que ésta procediera a arrestar y sancionar al controlador, ahora bajo dependencia del Código Penal Militar.
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