Cataluña

Un vínculo con las clínicas contratadas por la Generalitat

La Razón
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Barcelona/ Madrid- Las clínicas de Carlos Morín en Barcelona fueron clausuradas al inicio de la investigación. Sin embargo, aún se pueden encontrar vínculos con la organización creada por el médico peruano y la industria de la interrupción del embarazo en la Ciudad Condal. Así se demuestra en la declaración de uno de los 12 imputados, el colaborador de Morín Dimas Arvin Camejo Orozco. Este ginecólogo cubano, afincado en España desde 1997, declaró ante el juez que antes de trabajar con Morín, practicó abortos en otro centro barcelonés, la clínica Tutor Médica. En concreto, asegura que estuvo «cinco o seis años» desempeñando este puesto, antes de aceptar la «propuesta» que le hizo Morín, en 2002. De acuerdo con el auto de apertura de juicio oral, Camejo tendrá que responder por 22 delitos de aborto y por asociación ilícita. Se da la circunstancia de que la clínica Tutor es uno de los dos centros que acaban de ser subcontratados por la Generalitat de Cataluña para llevar a cabo las interrupciones voluntarias del embarazo con cargo a la Sanidad pública. Junto con el Centro Casanovas de Ginecología, recibirán 14,3 millones de euros (3,5 millones sólo este año) durante los próximos cinco años para practicar alrededor de 13.000 abortos. De este modo, las catalanas que quieran interrumpir su embarazo ya no tendrán que adelantar el coste de la intervención, sino que ésta será gratuita. De acuerdo con datos del Servicio Catalán de Salud, está previsto que la clínica donde trabajó Camejo practique alrededor de 920 interrupciones del embarazo al mes.


Promesas a los abortistas
En su declaración, Dimas Camejo aseguró que aceptó trabajar con Morín porque le prometió hacer un 20% de abortos y un 80% de ginecología, actividad que necesitaba para homologar su título. Sin embargo, pronto «la situación en cuanto a los porcentajes varió».