Francia
ANÁLISIS: Qué decisiones hacen falta por José Ramón PIN ARBOLEDAS
- ¿Qué sensación han transmitido los ministros de Economía del Eurogrupo esta semana?
-Desde fuera la sensación ha sido de «jaula de grillos». Sin liderazgo claro dentro del Eurogrupo y, en consecuencia, sin capacidad de tomar decisiones, preocupados cada uno de sus intereses electorales de sus dirigentes nacionales. Ni siquiera la presencia del representante de EE UU les hizo conscientes de su responsabilidad como equipo. En realidad no son un equipo, no tienen objetivos comunes. En terminología de Management se diría que es un grupo, no un equipo. Un conjunto de personas que se reúnen no para tomar decisiones conjuntas, sino para discutir situaciones.
-¿Qué decisiones deberían adoptar y no quieren, o no pueden, adoptar?
-A corto plazo: a) poner en marcha las ayudas a Grecia y pedir la intervención de la aplicación de sus presupuestos por parte de las Instituciones Europeas; b) ampliar el fondo de rescate; c) emitir eurobonos que sustituyan la intervención del BCE para respaldar las deudas soberanas de los países de la zona euro en dificultades; d) vigilar con rigor los presupuestos de estos países. A medio plazo: crear un Ministerio de Finanzas y Hacienda Pública Europeo con capacidades ejecutivas respecto a la cuentas de los diferentes estados. A largo plazo: reducir el «déficit democrático» de la UE. Es decir, buscar cauces de legitimidad democrática más directa y representativa en todas sus instituciones. Tener un verdadero Gobierno Europeo, quizás elegido directamente y responsable ante el Parlamento Europeo. De esta manera, las decisiones se podrían tomar con mayor rapidez, eficacia, eficiencia y legitimidad democrática.
- ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de esta sensación de indecisión?
-Primero, el aumento de la incertidumbre y la desconfianza de los mercados en la economía y las cuentas públicas de los estados europeos. Segundo, la caída de los mercados bursátiles, contrapesando la decisión conjunta de los grandes bancos centrales de esta semana de dotar de liquidez al mercado mundial, que supuso un repunte de la bolsa a finales de la semana pasada.
Sin embargo, ante esta perspectiva es de esperar una reacción de los más altos dirigentes de la UE y los países más importantes de la misma (concretamente Alemania y Francia) decidan afrontar con valentía la situación, incluso contra sus intereses electorales dentro de sus países a corto plazo. Esperemos que la llamada a la responsabilidad que ha hecho EE UU a la UE tenga sus efectos.
La reunión en la ONU de la semana que empieza dará claves sobre si los políticos europeos están a la altura de las circunstancias. La esperanza es lo último que se pierde.
José Ramón Pin Arboledas
Profesor del IESE. Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública
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