Caso Palma Arena

Corrupción la lacra de Baleares

Corrupción, corrupción y... corrupción. Si algo ha marcado un antes y un después en la política balear ha sido el excesivo número de escándalos que han asolado las islas. Y es que no se salva nadie. Todas las formaciones se han visto, de una u otra forma, implicadas en distintas corruptelas. De ahí que la ciudadanía no lo tenga nada fácil a la hora de decidir a quién irá a parar su voto.

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Todo apunta a que será el PP de José Ramón Bauzá el que se alce con la mayoría el próximo 22 de mayo, poniendo así fin a los turbulentos años de mandato del socialista Francesc Antich, que ahora gobierna en minoría con el Bloc. Y podría ser el fin también de un ciclo, el de los pactos multipartitos. Los tejemanejes de unos y otros han terminado por desgastar este tipo de gobiernos.

Y no hay que olvidar la caída en desgracia del que siempre ha sido el partido bisagra por excelencia: Unió Mallorquina (UM). Tras la imputación de toda su cúpula directiva en diversos escándalos de corrupción y compra de votos, el partido tomó la decisión de disolverse y volver con aires renovados bajo la denominación de «Convergencia de las Islas Baleares».
Así las cosas el panorama electoral en las islas se antoja complicado, más aún a tenor del elevado número de partidos que se presentan a estos comicios. Es el caso de UPyD y CDS (ambos sin representación parlamentaria), que buscarán el voto de los desencantados.

Presupuestos. El último escollo
Si en circunstancias normales la Ley de Presupuestos es esencial, en tiempos de crisis todavía más. Pues bien, el Gobierno balear, presidido por el socialista Antich, pasó las de Caín para aprobar las cuentas para 2011. Y es que, a poco más de un mes para que finalizase el plazo, ni siquiera había presentado un proyecto de presupuestos en el Parlamento para su debate y posterior votación.

Sin mayoría parlamentaria, y sin el apoyo en coalición de UM, del que se desligó por su vinculación constante con la corrupción, Antich dilató el proyecto de presupuestos para 2011 todo lo que pudo y más... hasta que le explotó en las manos. La inestabilidad política provocó que en enero de este año el Consejo de Mallorca decidiera prorrogar el presupuesto de 2010.
Una decisión que perjudicaba especialmente a los ciudadanos y al nuevo equipo de Gobierno que salga tras las elecciones del 22 de mayo, ya que tendrá que hacerse cargo del agujero presupuestario.

Corrupción. Un problema sin atajar
Los casos de corrupción en Baleares sobrepasan, con diferencia, los de cualquier otra región de España. Desde la «operación Voltor» a «Can Domenge», «Andratx», «Maquillaje», «Son Oms», pasando por el «Palma Arena», «Ibiza Centro», «Espada» o el «caso Peaje»... todos los partidos políticos se han visto implicados de una u otra manera en estos escándalos, que han desprestigiado la política balear.

Pero más allá de los nombres de las operaciones se encuentran los de políticos con una larga trayectoria y muy vinculados a Baleares. Uno de los casos más sonoros es el de María Antonia Munar, ex presidenta del Parlamento balear con Antich y del Consejo de Mallorca en la época de Jaume Matas. De su mano UM se convirtió en el partido bisagra por excelencia en las dos últimas legislaturas, hasta que empezaron a saltar a la palestra las corruptelas de sus dirigentes. Imputada en el «caso Can Domenge» o la «operación Maquillaje», dimitió de su cargo en el Parlamento y dejó Unió Mallorquina.

Pero este partido estaba tocado por la varita de la corrupción y se extendió a otros dirigentes como varita Vicens, Francesc Buils, Miquel Ángel Flaquer, Maximiliano Morales, o Antoni Pascual. Ya en el PP destaca sobremanera la figura del que fuera presidente del Gobierno balear Jaume Matas, que está imputado en el «caso Palma Arena» dentro de una pieza separada bautizada como «operación Buckingham» por un presunto enriquecimiento ilícito. También se le investiga por la presunta financiación irregular del PP. Y junto a él otros populares como Rafael Durán, Antonia Ordinas, o Javier Rodrigo de Santos.

Y entre los socialistas, destaca Francesc Tarrés, más conocido como Xico, imputado en el «caso Ibiza Centro». Y es que, pese a estar imputado, se presenta como candidato al Consejo de Ibiza en las elecciones del 22 de mayo.

Catalán. Imposición lingüística
Convertido en adalid del catalán, definida como «lengua propia» en el Estatuto de Baleares, el Ejecutivo socialista se ha visto abocado a defender a ultranza una postura que ralla la imposición. Y la razón no es otra que su pacto con el Bloc, el mismo que ahora le permite gobernar en minoría. El hecho de que el PSM controle los departamentos lingüísticos del Gobierno y del Consejo balear ha provocado un goteo incesante de subvenciones para introducir el catalán en el ámbito empresarial, entre otros. Tanto es así que llegó a aprobarse una norma que permitiese vetar a las empresas que querían acceder a un contrato público, si éstas no presentaban sus proyectos en catalán.