Costa Rica

La leche de vaca que come pasto fresco reduce el riesgo de infarto

Una investigación realizada por la Escuela de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos) ha descubierto que las personas que beben leche de vacas que comen pasto fresco tienen un 36 por ciento menos de riesgo de sufrir un infarto, en comparación con aquellos que beben leche de vaca alimentada con pienso.

El estudio, publicado en el «American Journal of Clinical Nutrition», pone énfasis en los beneficios específicos del ácido linoleico conjugado (ALC), una grasa insaturada que se presenta en concentraciones hasta cinco veces superiores en las vacas criadas por pastoreo, según investigaciones previas. Así, el análisis estadounidense confirma las propiedades protectoras de este compuesto, que mantuvo la reducción de riesgo de ataque cardiaco incluso al ponderarse con otros factores perjudiciales como el tabaquismo o la hipertensión.

En este sentido, los científicos de Harvard sugieren que los beneficios del CLA para el corazón podrían «compensar de sobra» los efectos nocivos de la grasa saturada en la leche. Para el estudio, el equipo contó con la participación de 4.000 voluntarios y comparó los resultados con la situación en Costa Rica, donde el pastoreo de vacas lecheras sigue siendo la norma, a diferencia de Estados Unidos, donde los productos lácteos proceden casi en exclusiva de explotaciones industriales.

En este sentido, los expertos identificaron a casi 2.000 costarricenses que habían sufrido un ataque cardíaco no mortal y a otros 2.000 que no habían tenido episodios cardíacos, y luego midieron la cantidad de CLA en sus tejidos grasos para estimar el consumo de cada persona.Dado que el CLA viaja normalmente acompañado por una variedad de grasas, los investigadores diferenciaron sus efectos de los de sus acompañantes grasos, predominantemente «nocivos». Así, el riesgo atribuido al CLA descendió una media del 49 por ciento. «La leche y los productos lácteos enteros han tenido siempre una pésima reputación debido a la presencia de grasas saturadas y colesterol, y ahora se demuestra que el CLA podría ser increíblemente beneficioso para la salud, lo cual indica que la leche no es la mala de la película», argumenta la portavoz del «American Journal of Clinical Nutrition», Michelle McGuire.