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Al Constitucional por miedo al fracaso de una huelga

Lejos queda ya el histórico 14-D de 1988. En esa jornada los sindicatos consiguieron colgar el cartel en España de «parada por huelga general». La escena de las calles vacías se sucedió a lo largo y ancho de la geografía española.

Al Constitucional por miedo al fracaso de una huelga
Al Constitucional por miedo al fracaso de una huelgalarazon

MADRID– Los transportes, los comercios y las grandes empresas cerraron sus puertas. Incluso TVE dejó de emitir a las doce de la noche. 23 años después el irrepetible triunfo del 14-D se ha convertido definitivamente en un hito del pasado y los sindicatos lo saben. Huelga general tras huelga general han ido perdiendo fuerza frente a los trabajadores. Conscientes de su debilidad actual y con la experiencia a la espalda del fracaso del último paro general, agotarán todas las vías posibles de presión antes de recurrir a una medida de ese tipo.

Ahora sus servicios jurídicos trabajan a marchas forzadas para encontrar puntos de inconstitucionalidad del decreto ley de reforma laboral. Las centrales quieren recurrir al Tribunal Constitucional. Para ello, intentarán convencer a los grupos parlamentarios, con los que se reúnen esta semana, de que les acompañen en este viaje. Concretamente, fuentes sindicales confirmaron a LA RAZÓN que confían en que el PSOE lleve la reforma al TC.

Los secretarios generales de UGT y CC OO consideran que existe «artillería» suficiente para ello. Al término del encuentro de ayer con Fátima Báñez, al que también acudió la CEOE, Ignacio Fernández Toxo avisó del trato desigual y discriminatorio que supone el contrato fijo para pymes, con una plantilla inferior a 50 personas, frente a los trabajadores del resto de compañías. Además, advirtió de la inconstitucionalidad del laudo obligatorio de la Comisión Nacional de Convenios Colectivos, según dijo confirman sentencias del Alto Tribunal.

Por si no fructifica la vía judicial, en la hoja de ruta que se han trazado las centrales contra la reforma figura en un lugar destacado una campaña divulgativa y explicativa de qué suponen las nuevas reglas de juego del mercado laboral. «Los trabajadores no son conscientes de cómo se han pisoteado sus derechos», alertaron. Para que se enteren, han dado ya la consigna a sus delegados sindicales de convocar asambleas informativas en las empresas. El boca a boca, con la plataforma de los medios de comunicación como amplificador, también llegará de la mano de una campaña de movilizaciones, que comienza este domingo.

Con todas estas medidas, tomarán el pulso de los trabajadores y en función de sus «estados de ánimo y sus preocupaciones» se lanzarán o no a convocar una huelga general, según confirmó ayer Cándido Méndez. Mientras, intentarán negociar con todos los grupos parlamentarios y con el Gobierno para incorporar cambios durante la tramitación como proyecto de ley del decreto ley, que el jueves 23 de febrero convalidará el pleno del Congreso de los Diputados.

Mientras, la ministra de Empleo, después de negar la inconstitucionalidad de la norma, se mostró ayer dispuesta a dialogar con las centrales, pero sólo de cuestiones técnicas. Como botón de muestra, Méndez y Toxo le pidieron que deje en suspenso la flexibilidad interna de la reforma hasta que concluya el acuerdo interconfederal alcanzado hace semanas con la CEOE.

La respuesta de Báñez fue clara: el decreto ya recoge este pacto, pero también pone los mecanismos necesarios para que haya un final en caso de desacuerdo, a los que se oponen los sindicatos. Por ello, intentarán bloquear en las empresas la reforma y desarrollar su acuerdo.

 

La afiliación sindical continúa estancada
-El número de afiliados a los sindicatos continúa estancado en los 1,2 millones en cada una de las organizaciones, según datos ofrecidos por ambas centrales. En los años 2006 y 2007, CC OO registró una subida de la afiliación del 4,5%, incrementando el ritmo hasta el 9% en 2008, hasta registrar un balance de 1,2 millones de cuotas de afiliados, las mismas cifras que las registradas ahora.

- Evidencia del estancamiento en la afiliación sindical es que meses después de que Ignacio Fernández Toxo llegara a la secretaría general de CC OO, la organización retiró un cartel informativo de la puerta de la sede central, que se encuentra en Madrid, en el que durante toda la etapa de José María Fidalgo, se informaba de la evolución de los afiliados.

-Incluso las organizaciones sindicales consultadas ayer por este periódico fueron incapaces de facilitar los datos sobre la evolución de la afiliación de los últimos meses.

-Según un estudio publicado por la Comisión Europea, sólo un 15% de los trabajadores españoles está afiliado a algún sindicato, uno de los porcentajes más bajos de la UE. Únicamente Estonia, Francia y Letonia registran tasas de sindicación más bajas que la de España (por debajo del 10%). Suecia y Dinamarca encabezan la clasificación con cifras cercanas al 70%.