Martín Peñato denuncia «irregularidades» en las actas de nacimiento del Libro Genealógico de la Asociación

Eduardo Martín Peñato compareció hoy ante los medios de comunicación, apenas 48 horas más tarde de ser relevado en su cargo de presidente de la Asociación de Ganaderías de Lidia, para denunciar «irregularidades» en las actas de nacimiento y herraderos, así como el Libro Genealógico de los hierros pertenecientes a la entidad, «lleno de espacios en blanco y borrones para manipular con dichas actas».

«El Libro de la Asociación no sirve para nada a día de hoy, porque se ha utilizado a su antojo y cualquiera puede comprar una carta de nacimiento de hembras y de machos para montarse su propia ganadería, porque las actas, en blanco, ya están firmadas», comentó aludiendo directamente al secretario del Libro Genealógico, Adolfo Rodríguez Montesinos, y al secretario general de la Asociación, José Ignacio García Montero a los que trató de «suspender cautelarmente».

Por este motivo, Martín Peñato aseguró que ha levantado «actas notariales que dan fe de los documentos» en su haber y ha comunicado «a los consejos veterinarios y los Ministerios de Interior y Agricultura lo sucedido: una trama premeditada que ha sido perfectamente estudiada».

El ya ex presidente comenzó su investigación «hace 18 meses» para tratar de conocer las entrañas de una Asociación en la que veía cosas «extrañas». Sin embargo, «el punto de inflexión llegó el pasado 11 de enero con motivo de una Junta Directiva en la que se trataron los presupuestos de 2011».

«Propuse un equilibrio presupuestario en tiempos de crisis, mantener la cuota anual actual de los ganaderos (180 euros) y proteger los derechos del personal que ha servido y sirve a la Asociación, pero votaron negativamente, preferían mantener los gastos fueran cuales fueran y subir la cantidad a pagar cada año por los criadores miembros», relató Martín Peñato refiriéndose a las supuestas «desavenencias económicas» que desde la otra parte justifica su cese.

Asimismo, el ganadero también anunció su intención de «regularizar las ilegalidades», razón por la cual, a su juicio, se convocó la asamblea de esta misma semana para terminar con su mandato. «Era obvio que querían relevarme porque la Junta Directiva no quiso subir conmigo al estrado y consiguieron más de doscientos votos a favor cuando allí sólo había 84 votos presentes, por lo que los traían ya consigo, además en esta y otras votaciones dejaron votar a los deudores».

El ganadero, que pese a calificar como «buena» la salud económica de la Asociación, cifró «el déficit del presupuesto actual en cerca de los 71.000 euros», también dejó entrever otras maniobras desde la Junta Directiva de la Asociación como «anomalías en los procesos electorales, desviaciones presupuestarias, sincronías en el pago de nóminas del personal, irregularidades en los horarios de los trabajadores...». «Encargué una auditoria en la Asociación pero se echó a los auditores de la sede», justificó.

Cuestionado por su continuidad como miembro de la Asociación, Martín Peñato se mostró «dolido y apesadumbrado a pesar de la obligación de dar a conocer lo sucedido por su gravedad».

«Debo aún pensarlo, porque mi bisabuelo fue fundador, mi padre también estuvo dentro de ella y yo he sido su presidente más longevo... Mi familia lleva toda la vida en esto, es complicado dejarlo sin más, pero tampoco puedo irme por la puerta de atrás, ni permitir que se ensucie mi nombre, porque se me puede acusar de mucho, y asumo la culpa que tenga, pero nunca de no trabajar, porque echo en la Asociación diez horas diarias», advirtió.

Finalmente, Martín Peñato dejó entrever que su contencioso «no debería salpicar» a su actual cargo como gerente de la Mesa del Toro. «Es evidente que en la próxima reunión de la Mesa del Toro se hablará de este tema, pero no tiene por qué afectar un tema a otro, porque no están relacionados, allí solamente soy un trabajador más, no tengo representación política», concluyó.