Una imitación china del «garrofí» arruina la cosecha de algarroba

Valencia- La semilla de la algarroba, el «garrofí», se usa en la industria alimentaria como espesante para elaborar productos como las papillas o los helados. Por este motivo, hace unos cinco o seis años, este cultivo vivió sus momentos más dulces, hasta que China descubrió una semilla que, aunque no tiene la misma calidad, posee unas propiedades muy similares a las de este cultivo tan valenciano, y se comercializa a unos precios mucho más bajos.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), denunció ayer que, desde entonces, los precios de la algarroba en España han descendido. Concretamente, en los últimos cinco años la caída ha sido de un 70 por ciento, lo cual ha provocado que, en la actualidad, algunos productores se estén planteando incluso no recoger la cosecha.
Además, esta complicada situación está siendo aprovechada por los ladrones, quienes han desencadenado una oleada de robos en las explotaciones de algarrobas y han puesto en marcha un mercado negro en torno a este producto que se canaliza a través de una red de almacenes clandestinos.
«A este paso, vamos a dejar que se pierda un cultivo histórico y milenario que, además de su valor económico, actúa como cortafuegos y es un aliado importante en el mantenimiento del paisaje», aseguró ayer el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.
Por otra parte, La Unió de Llauradors alertó ayer del aumento de la población de la mosca de la fruta en un 30 por ciento en la Comunitat Valenciana. Los motivos son varios; por una parte las altas temperaturas, y por otra, la elevada cantidad de fruta que quedó en los árboles tras la pasada campaña. La Unió denunció que la Conselleria ha dejado de repartir de forma gratuita el insecticida contra esta plaga.