Carmen Halffter: «Habría que crear el vestido de divorcio»

-Ha organizado la exposición «30 vestidos, 30 historias». ¿La más rara?
-Una me trajo el vestido de novia de su bisabuela: quería uno igual. Sólo pude salvar los bordados. Otra quería un traje para casarse en Estrómboli...

-Y ahí nació el vestido de novia volcánico, ¿no?
-Algo así: le hice uno muy ligero y vaporoso.

-Tengo oído que muchas se casan sólo por vestirse de novia...
-Creo que eso es verdad. Ese día, la novia es la reina del mundo.

-También dicen que ahora la gente se casa menos...
-Quizá se casen menos los muy afectados por la crisis, pero yo hago los mismos trajes que antes.

-¿En qué son más exigentes las novias: en el escote, en la cintura...?
-En hacer lo necesario para disimular lo que no les gusta de su cuerpo.

-¿Qué traje le haría a Pipa Middleton?
-Uno muy ajustado para que marcara cuerpazo.

-¿Y a Carmen Posadas?
-Uno de línea Audrey Hepburn, con alguna transparencia.

-¿Y a Belén Esteban?
-No la vestiría nunca. Me niego en rotundo.

-Lo malo del traje de novia es que sólo tiene un uso: luego no sirve para ir a trabajar...
-He oído que alguna se lo pone en casa cuando está triste. Habría que hacer fiestas de aniversario en la que cada mujer volviera a lucir su traje de novia. Mi madre lo hizo.

-Lo difícil sería entrar en él. ¿No habría que crear el vestido de divorcio?
-Lo he pensado y la verdad es que sí, habría que hacerlo. Para muchas es una fiesta. Por eso debería ser un traje alegre, divertido.

-Cristóbal Halffter es su tío y Ernesto Halffter su tío abuelo. ¿Qué hace una chica como usted tan alejada de un piano?
-Eso digo yo. Es mi frustración. Yo quería tocar el piano, pero no me hicieron caso. Lo tocaré algún día, palabra.

-Es madre soltera. ¿Está loca por ponerse un vestido de novia?
-No, no me veo vestida de novia. Me salté el matrimonio y tan feliz.

-Decía Jean Cocteau que la moda muere joven...
-Es lo más efímero. No hay nada nuevo bajo el sol.

-«La moda es lo que pasa de moda» (Coco Chanel).