Berlín
Mario von Draghi por Javier G Ferrari
Don Mario no lo sabe, pero ese es su verdadero apellido. El presidente del BCE es alemán aunque en su pasaporte figure que es italiano. Al menos todas sus decisiones parecen tomarse en Berlín donde la canciller de acero inoxidable de este IV Reich, Angela Merkel, marca el paso que esta llevando a los paises periféricos del euro a un camino sin retorno. Con esto no quiero decir que España no se haya ganado a pulso en los últimos ocho años muchas de las desgracias que nos tienen agarrados a una rama del único árbol que nos separa del abismo. Que Alemania y algunos paises del norte de Europa tensen la cuerda como lo están haciendo puede terminar por hacer inviable el sueño de la Unión Monetaria que se consiguió, en parte a martillazos, hace diez años. Es curioso que las reformas llevadas a cabo por el Gobierno en estos seis meses, y las que nos anuncian para el futuro inmediato, no consigan calmar a los mercados y generar esa confianza de la que tanto habló Rajoy antes de las elecciones, y de la que sigue hablando pero sin ponerle fecha. Quizá ha llegado el momento de olvidarse del goteo y pasar sin más a la aspersión. Es imposible que los españoles salgamos de la profunda depresión anímica que está generando ese sistema elegido por el Gobierno actual de hacer las reformas por entregas y con ministros y dirigentes del PP que dicen una cosa y la contraria con más frecuencia de la deseada. Si hay que adelgazar la Administración elefantíasica que se ha creado en los años de vino y rosas, que se haga de un plumazo. Siempre ha dado mejor resultado ponerse una vez colorado que ciento amarillo. No puede ser que una información, muchas veces confusa y nebulosa, haga pensar a los españoles que todos los bancos españoles son iguales y que coloquen el sistema financiero en su conjunto como una de las mayores preocupaciones, por primera vez. Algo está fallando en la estrategia y no estaría mal que el Gobiero hiciera una revisión en profundidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar