Teherán
Amnistía Internacional denuncia la muerte en la horca de una iraní
Una mujer iraní que fue condenada a muerte en 2002 por asesinar a la esposa de una antigua estrella del fútbol en Irán ha sido ejecutada en la horca este miércoles después de pasar ocho años en prisión, según ha informado su abogado, citado por la cadena de televisión oficial Press TV.
Jadijeh Shahla Jahed había sido declarada culpable de matar a puñaladas a Laleh Saharkhizan, que estaba casada con el ex futbolista Nasser Mohamadjani, con quien Jaleh convivió en Teherán durante los años 80 en virtud de un acuerdo de matrimonio temporal.
Las leyes islámicas iraníes permiten a los hombres tener hasta cuatro esposas permanentes y un número ilimitado de esposas temporales, mientras que las mujeres sólo pueden estar casadas con un hombre.
Jahed fue ejecutada en la prisión de Evin, en la capital iraní, después de que el Tribunal Supremo y el jefe del poder judicial, el ayatolá Sadeq Amoli Larijani, confirmaran el veredicto, según ha afirmado su abogado, Abdolsamad Joramshahi.
Aunque durante estos ocho años la condenada intentó en varias ocasiones llegar a un acuerdo y obtener el perdón de la familia de la víctima para evitar que la ejecutasen, finalmente no lo ha conseguido. Las leyes iraníes dicen que si los familiares directos perdonan al autor del asesinato, reciben una indemnización y éste se libra de ser ejecutado.
Según la agencia de noticias iraní ISNA, Mohamadjani presenció cómo Jahed moría ahorcada después de que el hermano de la víctima retirara la silla que había bajo sus pies. "Me parece bien cualquier cosa que digan mis hijos y la madre de Laleh (...). La asesina de mi esposa deber recibir el castigo adecuado", dijo el viudo antes de la ejecución en declaraciones recogidas por el periódico 'Mellat-e Ma'.
En una entrevista que concedió a ese rotativo hace unos días, la condenada defendía su inocencia. "Quiero responder a las cosas que han dicho sus padres, que proceden del dolor que han experimentado durante estos ocho años, todo el dolor que compartimos", manifestó. "Pero no quieren escuchar mis palabras", añadió.
La organización Amnistía Internacional (AI) ha condenado la ejecución de Jahed porque, "como todas las ejecuciones, es un ejemplo de los asesinatos que comete el Estado con premeditación y sangre fría".
Este caso "es especialmente alarmante porque había una gran preocupación por si el juicio fue justo y por las pruebas que se presentaron contra la acusada", ha destacado en un comunicado el director de AI para Oriente Próximo y el norte de Africa, Malcolm Smart.
AI afirma que aunque en un principio Jahed confesó en un tribunal que había cometido el asesinato, luego se retractó y dijo que "todo el mundo sabe en qué condiciones"hizo la confesión, sugiriendo así que había sido coaccionada.
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