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Los golpistas bloquean Mali
Sólo faltaba un mes para que terminara el segundo mandato de Amadou Toumani Toure en Mali. El 29 de abril se iba a producir la primera vuelta de las elecciones de uno de los países de África que se pone como ejemplo de buenas prácticas democráticas. Sin ir más lejos, la embajadora de EE UU en la ONU, Susan Rice, reconocía, tras confirmarse el golpe de Estado, que «Mali es una democracia destacada en el oeste de África. Denunciamos la acción anticonstitucional».
Sin embargo, durante la madrugada del jueves militares afines al Comité Nacional de Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDR) asaltaron y saquearon el palacio presidencial y confirmaron que habían derrocado a Toure.
Durante horas, en Bamako se escucharon disparos y se vio cómo los militares se llevaban televisiones y otros enseres del palacio. El paradero de Toure, continúa, al cierre de esta edición, siendo desconocido. Seis de sus ministros (entre ellos el de Exteriores y el de Administración Territorial) están detenidos.
Los militares anunciaron a través de la televisión estatal, también tomada, «que se cerraban todas las fronteras terrestres y aéreas», así como se instauraba el toque de queda. El anuncio lo hizo el portavoz y teniente Amadou Konare, quien también instó a las Fuerzas de Seguridad que todavía no apoyan al CNRDR a que se unan «sin demora». Respecto a los malienses, les recomendó que se quedaran «serenos en sus casas» y a los funcionarios les instó «a volver al trabajo el martes 27 a las 7:30». Pero quizá uno de las menciones más importantes de la Junta Militar fue a los soldados desplegados en el norte del país que se enfrentan al levantamiento tuareg, a los que animó a seguir luchando por «la integridad nacional». De hecho, el presidente del CNRDR, el capitán Amadou Sanogo, excusó el golpe de Estado por la «incapacidad del Gobierno para hacer frente a la rebelión».
Este levantamiento comenzó cuando los tuareg, que apoyaron y fueron a luchar a favor de Muamar Gadafi a Libia, volvieron completamente armados en enero y obligaron a decenas de miles de malienses a huir hacia el sur.
«No afecta a la gestión de los secuestrados»
Los dos cooperantes españoles secuestrados en Tinduf (Argelia) se encuentran en el norte de Mali, precisamente en la zona que controlan los tuareg y no el Gobierno del derrocado Toure. Por ello, el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, insistió en que los canales de negociación no tienen por qué verse alterados. «El golpe en Bamako no afecta a las gestiones para lograr la liberación». Sin embargo, sí se ha activado el plan de evacuación de la colonia española en Mali por si se deteriorara la seguridad en el país. En Mali residen unos 180 españoles, entre ellos el artista Miquel Barceló, quien no se encontraba en el país africano durante el golpe, sino que estaba en París.
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