Zaragoza

Plantón de los profesores a la huelga general del 14-N

Más de 50.000 docentes de la pública tampoco se sumarán a la movilización. De llevarse a cabo, 1.791.000 alumnos de la ESO perderían 20 horas de clase en huelgas en sólo dos meses de curso

Concentración ayer en Zaragoza
Concentración ayer en Zaragozalarazon

MADRID- Primero fueron los médicos los que anunciaron que no secundarán la huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO, y ayer fueron los profesores los que hicieron público que tampoco se sumarán a la protesta prevista para el 14-N a nivel nacional.
El sindicato de profesores de la enseñanza pública ANPE, la segunda fuerza mayoritaria dentro del sector de la Educación, con más de 50.000 afiliados, ayer anunció que «ni convocará ni secundará esta movilización, como tampoco apoyamos las huelgas generales convocadas contra el anterior Gobierno y el actual». Entre otros motivos porque «no sólo no ayuda a resolver nada, sino que añade más desconfianza de cara a los mercados y no plantea alternativas», explica el presidente del sindicato, Nicolás Fernández Guisado.

También hay motivos económicos en la base de esta negativa a secundar la huelga, ya que el que un docente dejara de acudir a clase el 14 de noviembre supondría dejar de ganar cien euros de media. «Son los propios docentes a quienes representa ANPE los que nos dicen que no podemos pedirles más esfuerzos económicos, puesto que sus retribuciones han mermado una media superior al 20% entre rebajas y congelaciones de los últimos años», explica el sindicato. De momento, al igual que el resto de funcionarios, este año dejarán de cobrar la paga extraordinaria de Navidad, lo que supone una media de 2.000 euros menos en la nómina del mes de diciembre. El sindicato de profesores lamentó ayer «la deriva que algunos grupos y organizaciones están adoptando pretendiendo fines distintos a las legítimas protestas contra los recortes, que sólo pueden conducir a una peligrosa helenización de la situación económica». Ayer pidió, no obstante, «que el Gobierno cese en los recortes sociales y abra el diálogo social en todos los ámbitos».

La decisión de no secundar la huelga se palpa ya en los centros educativos. «En mi instituto ningún profesor va a hacer huelga, aunque estamos descontentos con los recortes que se han hecho. No estamos dispuestos a perder cien euros de nuestro sueldo después de todo lo que nos lo han bajado y tampoco pensamos que una huelga vaya a resolver el problema educativo que tiene España. Yo daré el temario que corresponda ese día de clase y el alumno que no acuda perderá la clase», explica Ángel Casado, profesor de Educación Secundaria de un instituto madrileño.

Solamente la huelga educativa de la semana pasada costó al Estado más de 31 millones de euros teniendo en cuenta que el gasto público por alumno en España está en torno a los 7.736 euros al año, lo que supone una media de 44,2 euros por cada día lectivo. La huelga tampoco ayuda a remontar uno de los grandes problemas de la Educación en España, como es el fracaso escolar (uno de cada tres no acaba los estudios obligatorios) ya que, de ser secundada, supondría que 1.791.968 alumnos de la ESO perderían un día de clase más, lo que sumado a las huelga de la semana pasada supondría la pérdida de 20 horas de clase en sólo dos meses de curso.