Hamburgo

El reto de los coches eléctricos

A pesar del impulso mediático que están teniendo durante los últimos tiempos los vehículos movidos con motores eléctricos, la realidad es que la comercialización de este tipo de vehículos en España es aún muy escasa.

La mayoría de los puntos de recarga apenas se usan porque no hay usuarios
La mayoría de los puntos de recarga apenas se usan porque no hay usuarioslarazon

Concretamente representan algo así como el 0,019 por ciento del mercado total. Según los datos de matriculaciones del pasado ejercicio, facilitados por la Asociación Nacional de Fabricantes, en todo el año 2010 se vendieron en nuestro pais un total de 228 coches eléctricos, de los cuales tan sólo 69 fueron turismos de los que circulan habitualmente por nuestras calles. Hay en servicio ocho autobuses, quince vehículos industriales y un total de 136 vehiculos comerciales. Existen varias empresas que comercializan este tipo de automóviles. Peugeot y Citroën tienen en el mercado sus modelos iOn y C-Zero y son las que cuentan con una red comercial más numerosa, a la espera de la llegada del Renault Twizy, que se fabricará en la planta de Valladolid.

La realidad es que todas las ventas se están realizando a empresas especializadas que, dentro de sus instalaciones, pueden asegurar una recarga normalizada al tener equipos preparados para ello. Algo que, de momento, no está al alcance de los particulares, que se encuentran con muy pocos puntos de recarga y, a menudo, los que hay no están en servicio por falta de utilización. Algunos puntos en aparcamientos de grandes superficie y poco más. Varios son los problemas que afectan al coche eléctrico por el momento. El primero de ellos, su elevado coste.

Se calcula que su precio ronda los 30.000 euros, ya que las series de producción son aún muy cortas. El segundo inconveniente es su autonomía. Mientras no se descubra algo que mejore el rendimiento de las actuales baterías de ion-litio, un coche eléctrico puede recorrer sin recargar entre 130 y 150 kilómetros, en función de la velocidad desarrollada y la densidad del tráfico. Una distancia más que suficiente para moverse por una ciudad, pero claramente escasa para abordar un viaje. El eléctrico deberá ser, en todo caso, un segundo o tercer coche dentro de la familia. Hay que tener en cuenta que una recarga total dura unas ocho horas de enchufe, aunque una recarga rápida del 80 por ciento de la capacidad podría solventarse en menos de una hora.

La tercera carencia grave es la falta de suministros de electricidad especializados. No hay puntos de recarga y en muchos garajes tampoco hay enchufes. Y en el caso de ser un aparcamiento comunitario, la electricidad de un vecino con coche eléctrico enchufado en el garage iría a la factura general de la comunidad. Es decir, un lío.

El futuro, los híbridos

Por otra parte, los fabricantes no tienen experiencia de la durabilidad de las baterías que se cree pueden morir a los cinco años de utilización. Y es la pieza más cara del vehículo.Por ello, casi todos los fabricantes no están vendiendo el coche en propiedad, sino con un sistema «leassing» que les permita recuperar el automívil en caso de inutilización de estos acumuladores. Por todas estas razones, los coches eléctricos aún no se han vendido a clientes particulares y será dificil, salvo excepciones, que puedan abrirse paso a corto plazo dentro de este mercado.

Como alternativa sí que están creciendo las ventas de los automóviles híbridos. Es decir, mixtos con dos motores: uno eléctrico y otro de combustión, bien de gasolina o de gasóleo. El motor eléctrico puede asegurar un desplazamiento sin emisiones y consumos hasta una velocidad de unos 50 por hora y, cuando necesitamos más fuerza, entra en acción el motor de combustión que, además, asegura la recarga de las baterías y evita que haya que enchufarlo a la red. Ésta es la solución con más futuro a corto y medio plazo.

¿Una ciudad sobre dos ruedas?
- Hamburgo en Alemania, Amsterdam en Holanda o Copenhague en Dinamarca son sólo ejemplos de ciudades en las que la bicicleta es el transporte privado por excelencia. Hace tiempo que el Ayuntamiento de Madrid ha copiado las facilidades que estas ciudades ofrecen a aquellos que quieren optar por las dos ruedas (como los puntos de alquiler de ciclos o los carriles exclusivos). Sin embargo, Madrid aún no se ha contagiado de la «fiebre de las dos ruedas». 
- La orografía de la capital (demasiadas cuestas) y el clima de «extremos» son algunos de los motivos que apuntan los expertos. Pero también coinciden en que son salvables y en que lo que hace falta realmente es «cultura de bicicleta».