Galicia

El electricista dice que el robo fue «casual»

El juez instructor no ha decretado el secreto de sumario sobre la causa abierta por el robo del Códice Calixtino porque el "trabajo está hecho", ha indicado a Efe una fuente próxima a la investigación.

La misma fuente ha revelado que el electricista Manuel Fernández Castiñeiras, que este jueves confesó que había sido él quien sustrajo este manuscrito del siglo XII en julio de 2011 por venganza, ha declarado hoy que este saqueo fue "casual".

También esta fuente informa de que la colaboración de este técnico, exempleado de la Catedral, "ha sido mínima"en todo este tiempo, y que las fuerzas y cuerpos de seguridad "han realizado un trabajo excelente", que ha traído como fruto la recuperación de esta joya histórica.

A la mujer del electricista, Remedios Nieto Mayo, el juez José Antonio Vázquez Taín le imputa un delito contra la intimidad y blanqueo de capitales, y al hijo de ambos, Jesús Fernández Nieto, un delito de blanqueo de capitales.

El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela ha decretado para los tres miembros de esta familia de Milladoiro (A Coruña) prisión provisional sin fianza.

El fiscal especializado en delincuencia contra el Patrimonio, Antonio Roma, ha explicado hoy a Efe que se ha adoptado esta medida cautelar "porque son muchos delitos", y, por ello, se corrías "el riesgo de que pudiese haber destrucción de pruebas".

La investigación continúa abierta, y el jefe superior de la Policía Nacional en Galicia, Jaime Iglesias, ha dicho a Efe que "lo que puede confirmarse es que la investigación va progresando día a día, aunque todo va a ir muy lento. Lo más importante era recuperar el Códice Calixtino y que este vuelva a su sitio, que es la Catedral", y lo demás insistió "a ir muy lentito".

Fuentes próximas a la investigación han comentado a Efe que existe la posibilidad de que haya nuevos registros, e incluso es posible que se repitan algunos en propiedades de esta familia gallega ya inspeccionadas.

Abogados del turno de oficio que se encargan de la defensa de los tres imputados han descartado hacer declaraciones a la salida de los juzgados. "No podemos decir nada", han dicho.

Los interrogatorios, que habían comenzado por la mañana en los juzgados compostelanos, terminaron a las 19.00 horas. Primero declaró Fernández Castiñeiras, después su mujer e hijo.