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Crimen y contexto por Carlos Rodríguez Braun

La Razón
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El líder estudiantil Alberto Ordóñez proclamó: «Las calles de Valencia van a arder a sangre y a fuego» (http://goo.gl/IukOQ). Carles Francino le preguntó en la SER si de verdad había hablado de quemar las calles, y él respondió: «Sacado de contexto puede sonar muy mal», y procedió a atribuir las culpas a la brutalidad policial. Lo sucedido en Valencia se parece a una típica estrategia de agitación, pero hagamos caso a don Alberto, veamos su contexto, porque igual se le calentó la boca cuando auguró sangre y fuego y no quería decir eso; igual sólo estaba citando el libro de Nogales; seguramente don Alberto es un liberal, un amante de la paz y la convivencia. ¿Seguramente? No sé yo. El señor Ordóñez, acusado de atentados contra la autoridad, resistencia, desobediencia y hurto, en unos incidentes con más de 20 policías heridos, es un admirador de Castro, Chávez y Amaiur. Sus ideas no subrayan la paz, más bien al contrario, por ejemplo: «Los derechos no se mendigan, se conquistan con violencia» (http://goo.gl/eVljm). Refiriéndose a Esperanza Aguirre, apuntó en Facebook: «Esta gente debería mirar siempre debajo del coche antes de salir de casa». A propósito de unas imágenes de Atenas con calles y edificios en llamas y unos encapuchados lanzando piedras y bombas incendiarias contra la Policía, sentenció: «Éste es el ejemplo que tenemos que seguir». Hay quien inquieta fuera de contexto pero aún más dentro.