Medidas económicas

Determinación por Vicente Martínez–Pujalte

La Razón
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Las encuestas sociológicas son un excelente instrumento de diálogo entre políticos y ciudadanos. Si se leen las encuestas de los últimos seis meses con detenimiento, se obtiene una clara conclusión: los españoles han dado su confianza mayoritaria al PP en Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y en el Gobierno la Nación, para que solucionen los problemas económicos y se recuperen aquellos años del «milagro español». Hay otros problemas, y otros retos, a los que hay que hacer frente: regeneración democrática, vertebración de España, lucha contra ETA, emigración…, pero el eje principal de la política del nuevo Gobierno debe ser, y está siendo, hacer frente con valentía y determinación a los problemas económicos que padecen las familias, que tiene su vertiente más perversa en la extensión del drama del paro.

No hay magia ni soluciones en diez minutos. Ningún ciudadano pide que la creación de empleo, el crecimiento vigoroso de España, el aumento del poder adquisitivo de las familias… se produzca en un fin de semana. Lo que están pidiendo -casi exigiendo- es que haya un programa claro, con unos objetivos definidos y que se vaya recorriendo el camino sin detenerse, aunque suenen algunas voces disonantes. De hecho, echaron al PSOE porque no lo hacían. Las manifestaciones no deben callar a los millones de personas que expresaron su voluntad en las urnas.

La situación actual es mala y hacer un mal diagnóstico, negando la realidad, sería un desastroso punto de partida. España se encuentra con la mayor tasa de paro de la Unión Europea, una tasa de crecimiento negativo, un tejido empresarial dañado por la crisis y con un endeudamiento alto y unas familias con el agua al cuello por las deudas y la falta de confianza en el futuro. Además, las Administraciones tienen graves problemas en las cuentas públicas con déficit y endeudamiento alto y con incumplimientos en los compromisos de pagos con los proveedores.

El entorno internacional también es complejo. El FMI la OCDE y la Unión Europea han rebajado las previsiones mundiales de crecimiento para 2012 y alguno de los países europeos intervenidos sigue con serios problemas para hacer frente a los vencimientos de su deuda. Todo esto también afecta negativamente a la capacidad de reacción de la económica española.

Pero existe una ventana a la esperanza, que debemos aprovechar. En las situaciones difíciles también surgen oportunidades para aquellos que se esfuerzan y trabajan adecuadamente.
Se aprovecharán esas oportunidades con un intenso plan de reformas, que impulse la capacidad competitiva del tejido empresarial y aumente el potencial de crecimiento de nuestra economía.

Todo debe estar pensado con el objetivo de aumentar el empleo y crear bienestar. De hecho, el conjunto de reformas que configuran el programa económico del Gobierno de Rajoy, algunas ya aprobadas y otras en diseño, van encaminadas a cumplir esos objetivos y se hacen pensando en el bienestar de las familias. Ya se han abordado tres grandes reformas: Ley de Estabilidad Presupuestaria, Mercado Laboral y Sistema Financiero. Han sido tres excelentes pasos para configurar un modelo capaz de hacer crecer la economía a base de consolidación fiscal y reformas estructurales.

La reforma laboral va a permitir un mejor funcionamiento del mercado de trabajo mayor capacidad de las empresas para adaptarse a las diversas coyunturas y un impulsos a la contratación. La reforma financiera da transparencia a los balances de las entidades y conseguirá que fluya el crédito a empresas y familias. La Ley de Estabilidad, obligará a que todas las administraciones tengan comportamientos adecuados para la consecución del objetivo del déficit público.

Los próximos meses seguro que veremos reformas en el gasto público.Todas coadyuvarán a mejorar las posibilidades de nuestro tejido productivo y, por tanto, a que se cree mas empleo. Estoy absolutamente convencido que con el proyecto que está llevando a cabo el Gobierno del PP tendremos a lo largo de esta legislatura un cambio radical en el crecimiento económico y en la generación de empleo y eso se trasladará, con total seguridad, al bienestar de las familias.

Vicente Martínez– Pujalte
Diputado