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«Momentums» en juego
La apuesta material es pequeña, porque el estado, con menos 1,2 millones de habitantes, lo es y por tanto aporta pocos delegados a la convención que en agosto elegirá al candidato, pero lo que está en juego es el «momentum», el impulso, algo sumamente apreciado en la dinámica electoral americana. Iowa más New Hampshire, si ambas apuntan en la misma dirección, pueden ser decisivas. La atención que reciben de los medios equivale casi a la que se lleva todo el resto de las primarias juntas. Cualquier variación o tendencia queda enormemente amplificada. Hay dos «momentums» en juego. El de Mitt Romney, siempre primero o segundo desde que la contienda comenzó, pero sin ventaja significativa, y el de los «no-mitts». El estado le es favorable al ex gobernador del vecino Massachusetts, porque entre los republicanos, en todo caso minoritarios, predominan los que se catalogan como «moderados», los que estarían más a la izquierda del partido, más próximos a los demócratas o, si se prefiere, al centro. Estos son los votantes naturales de Romney y las encuestas le dan una previsión superior al 40%, rompiendo su techo nacional del 30 y sus resultados del 25 la semana pasada en Iowa, donde la base del partido está dominada por los llamados conservadores sociales. Con menos de 20% le sigue Ron Paul, difícil de clasificar en el espectro ideológico y con una base propia de votantes.
Muy por detrás va el pelotón, ya reducido, de los «no-mitt», los que pretenden ser la alternativa conservadora a Romney. La cuestión es si alguno puede serlo. Su problema es que, en todo caso, sólo uno podría.
El doble dilema quedó reflejado en los debates televisados del sábado por la noche y el domingo por la mañana. En el primero se enzarzaron en intercambio de puyas entre ellos, bajo la benigna mirada del presumible ganador, que, muy presidencialmente, aprovecha para meterse con Obama. En el segundo se lanzaron a por el cabeza de lista, del que cada uno quisiera ser el rival dentro del partido. El impulso de Iowa, empatando con Romney, le ha permitido a Santorum multiplicar por más de dos sus magras perspectivas, algo por encima del 10%. Por ahí se andan Gingrich y Huntsman, pues el gobernador de Tejas, Rick Perry, no reaparece hasta Carolina del Sur (21-I). La intriga de New Hampshire es si alguna o ambas incógnitas se despejan o todo sigue igual.
Manuel Coma
Director del Grupo de Estudios Estratégicos
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