China

Willy Fog o Marco Polo

La Razón
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La fiebre viajera del presidente del Gobierno es muy sintomática. Al igual que algunos de sus antecesores, ha decidido viajar mucho al extranjero. Lo hace con el fervor del converso y conforme aumentan sus problemas en España le resulta más gratificante acudir a las reuniones internacionales. Mientras tanto, Rubalcaba ejerce de ariete y es el hombre orquesta que toca todos los instrumentos e intenta no desafinar. Una labor francamente difícil. Zapatero, convertido en Willy Fog, recorre país tras país a una velocidad de vértigo, aunque quizá sería deseable que pasara periodos más largos como si fuera Marco Polo explorando China. En el declive de su mandato, Suárez y González se sintieron más gratificados con el reconocimiento internacional que con las batallas internas de sus partidos o con los debates parlamentarios donde tenían todo que perder. Las noticias negativas se amontonan en su despacho, mientras que los viajes le permiten olvidar el difícil panorama electoral que tiene en 2011 y 2012.