PNV-Bildu: cuál es su vía por Iñaki Zaragüeta

Estaba previsto y el papel estelar en el País Vasco, tras las elecciones de ayer, corresponde al nacionalismo. Sin embargo, no parece que ni el Partido Nacionalista Vasco ni Bildu estén por la labor de formar un gobierno de coalición. El partido de Íñigo Urkullu intentará pactos puntuales con los diferentes grupos según le convenga en cada circunstancia.
Ambos comparten objetivos como la independencia, pero obligatoriamente deben seguir caminos diferentes. Falta averiguar cuál va a ser el cada uno. El PNV, a juzgar por las últimas declaraciones de su candidato y las conversaciones con Artur Mas, da la impresión de querer aprovechar la actual crisis al estilo CiU. De los otros, que comparten espacio político, está por ver cuál va a ser su opción cuando llevan a sus espaldas el lastre de los presos y del devenir de ETA. Pero tendrán interés en «vender» caros los pactos puntuales con el PNV sin llegar a uno de gobierno para toda la legislatura. Saben que se los comería en el recorrido.
¿Qué va a hacer la banda terrorista? Otra incógnita. El Gobierno de Mariano Rajoy va a truncar sus expectativas de negociar por los presos, Navarra, independencia… El acoso policial continuará. ¿Seguirá inactiva dejando a su brazo político seguir pisando y disfrutando de las moquetas institucionales? No es eso lo que han anunciado, consideran más que suficiente el cese de la violencia de forma unilateral.
A diferencia del PNV, Bildu aún no es un partido y necesita consolidarse. El PNV lo es y casi centenario, pero necesita coger poder. Su coyuntura se conforma en hacer equilibrios para no ser marioneta de los proetarras, con quienes está obligado a coordinarse en algunos asuntos, y, a la vez, no darles facilidades para que amplíen sus bocados electorales en próximas citas electorales.
En esa batalla, Urkullu contará con la ventaja de que PSOE y PP le ofrecerán más de una vez ayuda para impedir su radicalización. El nuevo lendakari deberá elegir entre garantizar el desarrollo y la calidad de vida de los vascos u optar por el soberanismo como prioridad. Así es la vida.