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La Iglesia necesita 600 sacerdotes para las parroquias

La escasez de vocaciones afecta la ordenación de nuevos capellanes

La Iglesia necesita 600 sacerdotes para las parroquias
La Iglesia necesita 600 sacerdotes para las parroquiaslarazon

BARCELONA- La Iglesia catalana necesita 600 nuevos sacerdotes para completar la atención de las 2.085 parroquias de Cataluña, donde este curso sólo han ingresado 19 seminaristas. La escasez de vocaciones ha comportado que en los últimos cinco años únicamente se hayan ordenado 68 capellanes, catorce de ellos el año pasado. La Iglesia, que ha reabierto el seminario menor de Terrassa para incentivar las vocaciones desde edades más tempranas, conmemora hoy el Día del Seminario y celebra jornadas de puertas abiertas en sus seminarios, donde este curso estudian un total de 99 seminaristas.

2.085 parroquias
Según informaron a Efe fuentes eclesiásticas, en Cataluña hay actualmente 2.085 parroquias, que son atendidas por 1.489 sacerdotes diocesanos, con la ayuda de 154 presbíteros extradiocesanos y 250 monjes al servicio de las diócesis, además de 99 diáconos.
La escasez de sacerdotes en Cataluña ha provocado que más de la mitad de ellos tengan más de 60 años, que un 50 por ciento de los seminaristas sean de origen extranjero y que cada vez más párrocos provengan de países adonde antes iban los misioneros catalanes.
El problema es más acuciante en las diócesis rurales, como la leridana de Urgell, donde sólo hay 96 sacerdotes diocesanos para atender 363 parroquias, en la de Girona –191 párrocos para 383 parroquias– o en la de Vic, donde algunos de sus curas más jóvenes, como el peruano José Luis Salas, reparte su atención entre una veintena de las 249 parroquias de la diócesis. Con motivo del Día del Seminario, todos los obispos catalanes lanzarán hoy una llamada unánime en sus cartas dominicales para animar a los jóvenes a orientarse hacia la vida religiosa, pese a que el contexto social, según los prelados, no ayuda a ello.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, exhorta a las catequesis, las escuelas y las asociaciones eclesiales para que sean «una buena cantera de vocaciones». Sistach pide a los adolescentes que se «dispongan a escuchar la llamada del Señor» y recuerda que «el deber de fomentar vocaciones afecta a toda la comunidad cristiana».
El arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, agradece a los únicos nueve seminaristas de su diócesis su «generosidad y entrega» y anuncia que próximamente ordenará diácono al mosén boliviano Alfons Velásquez. «Nosotros aportamos muchos buenos misioneros hace unos años, y ahora son ellos los que vienen a servir y a cooperar en la nueva evangelización de Europa», dice Vives, que culpa de la falta de vocaciones a los «tiempos de gran individualismo» y a «un contexto social en el que el celibato causa extrañeza».