Otra trampa de ETA: la banda pide una negociación a cambio de nada

ETA anunció ayer, a través de un comunicado publicado en «Gara» y un vídeo enviado a la BBC, que «hace ya algunos meses tomó la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas». No habla de tregua, de alto el fuego, de la duración que puede tener esta «decisión», ni, por supuesto, de entrega de las armas o abandono definitivo de las actividades criminales. Deja abierta la posibilidad de perpetrar lo que los terroristas consideren «acciones defensivas», como el robo de coches, armas o explosivos y el chantaje del «impuesto revolucionario». Eso sí, aclara que mantiene su ambición de «ganar».

Negociación
A cambio de su «decisión», ofrece al Gobierno una negociación directa para «acordar los mínimos democráticos necesarios con el fin de emprender el proceso democrático», que incluye, aunque no lo diga, la presentación de candidaturas proetarras en las elecciones municipales y forales del año que viene.

Fuentes del Ejecutivo consultadas por LA RAZÓN no dieron mayor importancia a la oferta etarra y consideraron que se trata de un mensaje «pro forma» que la banda hace siempre.
«Tratan de cubrir su debilidad y lo único que logran es dar otra muestra del proceso de descomposición interna en el que se encuentran. En el comunicado dan una de cal y otra de arena a la "izquierda abertzale", a la que dejan claro quién es el que manda en ese mundo», agregaron.

En efecto, los pistoleros, como ha sido tradicional en ETA, que se proclama «la vanguardia» del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), asumen todo el protagonismo de unos posibles contactos y dejan relegado a su «brazo político», la llamada «izquierda abertzale», que en el comunicado sólo tiene una referencia directa y otras tangenciales. Esta circunstancia y el hecho de que el texto suponga un serio «bajón» con respecto a los que hicieron públicos para anunciar treguas o altos el fuego anteriores, significa que en ETA se han impuesto, como ha ocurrido siempre a lo largo de su siniestra historia, los que tienen las armas y el dinero.

Expectativas frustradas
 Las expectativas creadas por los llamados «mediadores internacionales», por la propia Batasuna, sumida en un espantoso ridículo, y por algunos medios informativos, que proclamaban a los cuatro vientos la buena voluntad, esta vez sí, de ETA, se han visto frustradas.

Probablemente, según las citadas fuentes, la banda es consciente de que nadie se cree sus trampas, por haberlas puesta en práctica varias veces, y ha optado ahora por ir, «en corto y por derecho», a decir lo que quiere y con quién está dispuesta a negociarlo. El mismo encabezamiento del comunicado, «organización revolucionaria socialista vasca para la liberación nacional» y la pomposidad y autosuficiencia del tono: «Dar a conocer al pueblo vasco su decisión y reflexión», son muestras de su nula voluntad de desaparecer y del papel protagonista que pretende seguir teniendo.

No piden perdón
Los terroristas, que no dedican una sola palabra a pedir perdón a las víctimas, reivindican su historia «en la lucha en favor de la libertad». La banda, que ha tratado de aniquilar, sojuzgar o expulsar de su tierra a los que no eran separatistas, afirma que «la lucha a favor de la libertad del pueblo vasco ha guiado siempre» su actuación. Lo más preocupante es que anuncia que va seguir manteniendo esa responsabilidad y con la misma «ambición de ganar».

 «ETA y, en general, la izquierda abertzale», es la mención que los pistoleros conceden a su brazo político para, a continuación, arrogarse el protagonismo de la apertura de «nuevos escenarios en la lucha de liberación del pueblo vasco».

Fin del estatuto deautonomía
Los terroristas dan por finiquitado el Estatuto de Autonomía para el País Vasco y anuncian que ha llegado el momento de construir «un marco democrático» que, según los pistoleros, es lo que desea la «mayoría de la ciudadanía vasca», a la que ETA nunca ha consultado sino que ha tratado de imponer sus tesis por la vía de las armas y la coacción.

En el comunicado se esboza lo que puede ser el proyecto de un nuevo «Pacto de Estella», con el fin de aglutinar a partidos y fuerzas sociales para que apoyen la negociación de ETA con el Gobierno.

Los terroristas no renuncian en ningún momento a su lenguaje «militar». Dicen que el «cambio político es posible», pero que «sin confrontación no se puede superar la negación y la cerrazón». Al final del texto viene el mensaje directo al Gobierno para, «a través del diálogo y la negociación», «hoy igual que ayer», «acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático».

Eco internacional
Anuncian que se lo han hecho saber también a la «comunidad internacional» «para que responda con responsabilidad histórica». El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, expondrá hoy la postura del Gobierno en una comparecencia televisiva. «ETA y su mundo ya conocen las reglas del juego si quieren estar en la democracia», dijeron las fuentes del Ejecutivo.

Las últimas mentiras
La banda dice que tomó hace meses, no dice cuántos, la decisión de no cometer atentados. Se trata de una mentira, ya que dedicó grandes medios y tiempo para montar una base «logística» en Portugal y una fábrica de explosivos en Cataluña. En ambos casos, las Fuerzas de Seguridad evitaron que esas infraestructuras pudieran ser operativas y que desde territorio luso se enviaran a nuestro país, durante el semestre de la Presidencia Europea, dos coches bomba con 300 kilos de explosivo cada uno.