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Un «Titanic» en aguas italianas
Setenta personas de las 4.229 que iban a bordo del crucero "Costa Concordia", que naufragó anoche y en el que hubo al menos tres muertos, están aún sin localizar, según el prefecto de la localidad italiana de Grosetto, Guiseppe Linardi. Entre los desaparecidos se encuentra un ciudadano español de 80 años, que aún no ha sido encontrado.> Un total de 177 españoles viajaban en el crucero que naufragó en Italia> Un grupo de españoles busca a un familiar desaparecido en el naufragio> Fotogalería con las imágenes más impactantes de la tragedia> El «Costa Concordia» y el «Titánic», dos colosos del mar frente a frente> La isla de Giglio, el lugar del naufragio> El Consejo Europeo de Cruceros anuncia una investigación completa del naufragio
ROMA- Las 4.232 personas que llevaba a bordo el buque crucero «Costa Concordia» revivieron en la noche del viernes la pesadilla de los viajeros del Titanic. La nave, que acababa de zarpar del puerto de Civitavecchia y se disponía a hacer un viaje por el Mediterráneo, encalló a 300 metros de las costas de la isla del Giglio, en la región italiana de Toscana. Dos pasajeros franceses y un miembro de la tripulación de nacionalidad peruana perecieron ahogados a consecuencia del incidente. La cifra final de fallecidos puede ser mayor, pues aún quedan más de 40 personas desaparecidas. Los bomberos rescataron anoche a una pareja en un camarote 24 horas después del choque.
El accidente –es el mayor crucero que se ha hundido en la historia– se produjo porque el «Costa Concordia» se acercó demasiado a la isla de Giglio. Los escollos de la zona hirieron de muerte a la nave: dejaron un rejonazo de 70 metros en su casco y destrozaron su quilla. El impacto provocó que la embarcación se inclinase 80 grados sobre uno de sus lados. Acabó apoyada sobre el fondo, con algo menos de la totalidad de la nave sumergida frente a la costa de la isla del Giglio. La imagen, tanto desde tierra como desde el mar, resultaba impactante. Desde el agua podía verse la quilla destrozada y la parte superior de uno de los escollos rocosos con los que el buque impactó.
En la reconstrucción de los hechos realizada por el fiscal jefe de Grosseto, Francesco Verusio, se dice que el impacto con las rocas se produjo a las 21.45 hora local y las capitanías de los puertos de la zona no fueron advertidas de inmediato. Según su versión, el comandante del «Costa Concordia» se acercó demasiado a la isla de Giglio, hizo una maniobra «inexperta» y el casco de la nave chocó con un escollo por su parte izquierda. Por contra, el capitán de la nave –detenido y acusado de homicidio múltiple, al igual que el primer oficial–, aseguró que el incidente se produjo debido a la colisión contra unos escollos «no señalados en las cartas náuticas», que provocaron una vía de agua. Debido a ello, el buque cambió su ruta, acercándose a la isla para buscar reparo en su puerto. Antes de lograrlo, encalló y se hundió parcialmente.
A esta versión de los hechos se contrapone la que ha hecho un investigador citado por la Prensa local. En su opinión, «debido a un error humano, a un fallo técnico o a las dos cosas» la embarcación estaba siguiendo una ruta «equivocada». «No tenía que estar en ese lugar», apunta. Los habitantes de la isla de Giglio señalan lo mismo: los escollos de sus aguas están todos señalados, pues esta zona es un punto de paso habitual de los cruceros que parten y llegan a Civitavecchia.
Los más de 3.000 pasajeros del «Costa Concordia» estaban cenando cuando el barco sufrió una enorme sacudida y, a continuación, se fue la luz. Fue el inicio de la pesadilla. «Dos veces el comandante nos dijo por los altavoces que estuviéramos tranquilos, pero fuimos a cubierta y vimos que el barco comenzaba a inclinarse hacia un lado. Al final no podíamos ni mantenernos en pie por la inclinación», explicaba Francesca, una de las pasajeras, de nacionalidad italiana. Durante el salvamento se vivieron escenas de pánico. Según los viajeros, la tripulación no tenía conocimientos suficientes sobre cómo realizar la evacuación. «Debido a la inclinación del buque, algunas de las barcas de salvamento cayeron sobre el puente hiriendo a varias personas. Había también quien se tiraba al mar», contaban Ilaria y Safa, dos supervivientes. Muchos de ellos afirmaron haberse acordado durante el desastre del naufragio del «Titanic», del que dentro de tres meses se cumplen cien años.
Pánico a bordo en una noche trágica
EL CHOQUE
A las 21:45 horas el Costa Concordia choca con una roca y se abre una vía de agua. Los generadores se rompen y hay un apagón. A los 15 minutos, el capitán informa de un problema eléctrico. La realidad es que el barco se está hundiendo.
LA EVACUACIÓN
Según testigos, el capitán da la orden de evacuación dos horas después del choque. Los pasajeros tratan de llegar a la planta cuatro, donde están los botes salvavidas. A partir de entonces, no hay más instrucciones del capitán.
LA LEY DE LA SELVA
Las mujeres, los ancianos y los niños no son los primeros en abandonar el crucero. Testimonios de pasajeros indican que entre el caos y el miedo, los más fuertes y miembros de la tripulación escapan antes que el resto.
EL HUNDIMIENTO
La posición de la nave y la mala coordinación de las autoridades del barco denunciada por pasajeros hace muy complicado el rescate. El barco está junto a la isla de Giglio, donde sus 1.500 habitantes ayudan en lo que pueden.
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