Rosell marra

Sandro Rosell, presidente del Barcelona, patrocina la posibilidad de que la Liga pase de veinte clubes a dieciséis como antaño. El campeonato español arrancó en 1929 con diez participantes, en la campaña 34-35 pasó a doce y en la 41-42, a 14. A los dieciséis que pide Rosell se llegó en la 51-52. El aumento no paró y hasta se vivió en la anomalía de veintidós. El progresivo aumento ha tenido que ver con diversos factores: desde el crecimiento de la población española al fenómeno de expansión natural en nuestro país y Europa. Está demostrado que el fútbol, aun siendo ruinoso en Primera, en general, lo es más en Segunda. Es lógico que todas las grandes ciudades aspiren a tener equipo en la élite. Es natural que se aspire a formar parte de los elegidos porque ello da importancia social y el fútbol suele proporcionar a la ciudad ingresos complementarios.

Rosell no considera que con menos participantes habría menos partidos y, consecuentemente, los dineros por las transmisiones televisivas serían inferiores a los actuales. España tiene en Primera los mismos clubes que Inglaterra, Italia y Francia. Alemania es excepción entre los grandes países porque cuenta con dos menos. En el grupo de los dieciocho están también Rumanía, Holanda y Turquía. Portugal se hermana con países con menor número de habitantes y con dieciséis figuran Bélgica, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Hungría, Serbia, Grecia, Suecia, Noruega, Polonia y Ucrania. No parece que el fútbol español esté a la altura de los países citados.

Posdata. Barça y Real Madrid esquilman televisivamente a dieciocho. Con dieciséis, menos botín.