Atenas
La UE da por hecho el rescate de Irlanda y Portugal tiembla
La resistencia de Irlanda a la ayuda comunitaria extiende el riesgo de contagio a Portugal, que niega petición alguna.
Primero fue una «tragedia griega» que dejó una factura en la eurozona de 110.000 millones para el rescate de Atenas. Ahora, el euro vuelve a tambalearse por los restos del naufragio del sistema financiero irlandés.
Sin embargo, la resistencia celta para restaurar su horadada banca con parte del fondo de 750.000 millones de euros, creado tras la crisis de Grecia, ha vuelto a avivar la tormenta en los mercados contra la eurozona, y podría llevarse también por delante a Portugal.
Irlanda insiste en que no tiene que acudir a los mercados para financiar su deuda hasta el verano de 2011, por lo que tiene oxígeno para aguantar con la cabeza debajo del agua mientras pasa la tormenta. No obstante, cada vez son más los que piensan en Bruselas y las capitales que Dublín no podrá hacer frente solo a la reparación de su banca.
Los ministros de Finanzas de la eurozona intentarán hoy, entre halagadores comentarios sobre los esfuerzos irlandeses para sanear sus cuentas, seducir al debilitado Gobierno de Brian Cowen para que acepte una ayuda que podría rondar los 60.000 millones de euros. La Comisión consideró ayer una «exageración» que haya presiones de los socios europeos. Pero entre bambalinas la insistencia de algunos como el BCE ha existido hasta tal punto que el ministro irlandés de Empresa, Batt O'Keeffe, clamó el fin de semana que «la soberanía para este país se ganó duramente y el Gobierno no se la va a ceder a nadie», informa C. Maza. Aunque el Ejecutivo comunitario dedicó ayer buenas palabras al «compromiso» irlandés, reconoce que la situación es «seria». Tanto es así que Portugal indicó que, de no atajarse la nueva crisis irlandesa, el contagio se espera en Lisboa ya a la vuelta de la esquina, lo que podría empujarles a ellos también a solicitar auxilio.
«El riesgo es alto porque no encaramos sólo un problema nacional, o de un país. Es el problema de Grecia, Portugal y Irlanda», comentó el titular de Finanzas Fernando Teixeira dos Santos al Financial Times.
Posteriormente matizó sus declaraciones a Reuters asegurando que de momento no hay contactos con Bruselas y que el rescate luso «no es inminente».
Y a los problemas presentes irlandeses, o los futuros de portugueses, se volvieron a sumar los pasados de Grecia. Eurostat revisó ayer al alza el déficit heleno hasta el 15,4%, desde el 13,6%, y elevó la deuda hasta el 126,8%, desde el 115, 4%, la mayor por porcentaje del PIB en la eurozona, complicando el compromiso de ajuste fiscal de Grecia, que deben volver al 3% de déficit para 2013. «No cabe duda de que la situación fiscal en Europa es delicada», reconoció Altafaj.
España respiró ayer de momento en los mercados y el diferencial con la deuda alemana se redujo a los 196 puntos básicos desde los 199. Sin embargo, no está muy lejos del ojo del huracán.
Si la reestructuración de las cajas no se apura, fracasan reformas estructurales pendientes como la de las pensiones, o no cumple con sus objetivos de rebaja del déficit, voces importantes ya piensan que nuestro país sufrirá una embestida sin piedad de los mercados que le puede llevar a la lona. «Si alcanza a España, la crisis corre el riesgo de descontrolarse«, opinó ayer Simon Tilford, del Centro para la Reforma Europea.
Merkel, orgullosa
Y mientras ayer crujían los resortes de los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España, en sus siglas en inglés), la responsable de este nuevo ataque de los mercados, Angela Merkel, se felicitó del «nuevo milagro alemán« en referencia a la robusta salida germana de la crisis. Su propuesta para incluir a banca e inversores en la reestructuración de la deuda de un país fue la chispa «milagrosa» que ha puesto desde el pasado 29 de octubre a la eurozona de nuevo en llamas.
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