Conflictos laborales
La gran caminata
MADRID- Segunda jornada sin metro y segundo día consecutivo de caos en Madrid. Ayer a casi nadie le pilló por sorpresa encontrarse con el suburbano fuera de servicio pero, tras la improvisación de itinerario del martes, los 2.200.000 usuarios que cada día se desplazan «bajo tierra» tuvieron que discurrir la ruta alternativa más rápida para llegar al trabajo. Muchos madrileños ya traían estudiado de casa la mejor combinación de autobús o Renfe, sin embargo, ni todas las estaciones de Cercanías ni las marquesinas de la EMT hacen parada en cada boca de Metro, por lo que hay muchas zonas de la región que sólo están comunicadas por el Metro. Esta circunstancia llevó a muchos a no «jugársela» a pillar atasco cogiendo el coche y echarse a andar por Madrid. Susana, por ejemplo, llegó desde Las Rozas hasta Moncloa en autobús y, desde ahí, caminando hasta Sol. «Siempre cojo la línea amarilla, y son sólo cinco paradas, pero ayer –por el martes–ya me compliqué mucho así que hoy he decidido caminar. Lo peor va a ser volver a mediodía, con el calor», explicó. Sin embargo, esta opción sólo era válida para los residentes en la capital. A los vecinos de la periferia no les quedó otra que coger autobuses atestados de viajeros que, además, pasaban con menos frecuencia debido al intenso tráfico –aumentó hasta un 30 por ciento en Centro de seis a siete de la mañana–. Pero los usuarios de Metro no son los únicos perjudicados. Los grandes «olvidados» de esta huelga son los más de 700 trabajadores cuyo puesto de trabajo se encuentra dentro de la Red de Metro y que se han visto obligados a tomarse unas «vacaciones obligatorias» durante dos días. El presidente de la Asociación de Autónomos y Comerciantes de Metro de Madrid, Francisco Ferrera, cifró ayer del 10 al 40 por ciento el descenso de ventas en los establecimientos que pudieron abrir. Sin embargo, de los 80 negocios que hay repartidos por toda la Red, los que se encuentran situados dentro de los torniquetes (restauración, prensa, complementos, reprografía etc.) han tenido que echar el cierre obligatorio. Además, de los 80 negocios, un 40 por ciento son autónomos. «Las pérdida que ha supuesto la huelga para toda esta gente, lógicamente es del 100%. Y cerrar dos días seguidos con los tiempos que corren supone demasiado riesgo», apuntó Ferrero. «No estamos ni con los trabajadores de Metro ni con la Administración, somos una víctima más de esta huelga y que solucionen cuanto antes el problema porque hay mucha gente perjudicada detrás».
✕
Accede a tu cuenta para comentar