Resolver sin imponer por Ana PASTOR

Como ya he puesto de manifiesto en varias ocasiones en esta misma columna, han pasado seis años desde que se aprobó la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias sin que el Gobierno haya desarrollado ninguno de sus elementos fundamentales. La LOPS pretendía avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo profesional, incorporando de un lado la troncalidad y de otro las áreas de capacitación específica para avanzar hacia un modelo profesional más flexible, más integral, con itinerarios formativos, pero en ningún caso rígido, impositivo y con obstáculos en el período de formación de nuestros Médicos Interno Residentes (MIR). Qué lástima que después de tanto tiempo perdido el Gobierno haya presentado y lo que es peor, pretenda imponer un documento de troncalidad que ha generado el rechazo unánime de los alumnos de Medicina, profesionales y de la inmensa mayoría del sector sanitario. Le han llovido las críticas, con razón, desde todos los frentes. Nadie se explica cómo se pretende aprobar un modelo de troncalidad por imposición, cuando ni el propio Foro Marco para el Diálogo Social ha tenido la oportunidad de analizarlo. Pero no sólo la troncalidad es motivo de preocupación sino que siguen sin resolverse otros aspectos fundamentales para el futuro de la formación MIR que ha sido y debe seguir siendo una de las más prestigiosas de Europa y del mundo: la prueba de acceso al sistema; su evaluación y ponderación; la adjudicación de plazas MIR a aspirantes extracomunitarios; la reestructuración de las plazas vinculadas o la labor docente del MIR, entre otras. El éxito de la Sanidad española ha venido de la mano de una excelente preparación de nuestros profesionales y sin duda el éxito en el futuro dependerá de que no se tomen decisiones equivocadas e impuestas como la que acabamos de conocer. Lamentábamos el tiempo perdido y ahora desgraciadamente lamentamos también la propuesta del Gobierno.