Islas Canarias

Podemos producir nuestra propia energía

En 47 estados de EE UU, Alemania y Japón el autoconsumo es ya realidad. En España se están dando las últimas pinceladas para hacer que sea posible. Opción que permitirá dar un respiro a las renovables, siempre y cuando el peaje que se establezca no hunda el negocio antes de nacer. Pero ¿cómo hay que preparar el hogar para que tener una central eléctrica en la vivienda salga rentable?

Podemos producir nuestra propia energía
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Dejar atrás los temidos recibos de la luz puede ser una realidad a corto plazo en los hogares españoles, donde hasta la fecha el autoconsumo energético sólo está permitido en aquellas viviendas, empresas o industrias ubicadas en zonas aisladas de la red. Sólo con instalar paneles fotovoltaicos o miniaerogeneradores en su hogar, podrá encender la luz y poner en marcha sus electrodomésticos consumiendo su propia energía sin que el bolsillo tiemble ante potenciales subidas del precio de la electricidad, como ya sucede en 47 estados de EE UU, Alemania, Italia y Japón, por ejemplo.

En la actualidad, consumir la propia energía que uno genera en casa no sólo no es posible, sino que «no es rentable», como reconoce Javier García Breva, presidente de la Fundación Renovables. «Y no se sabrá si será o no rentable hasta que no se diga el peaje», añade el experto.

Algo en lo que coinciden desde la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Pero ¿en qué consiste ese peaje? Básicamente en tener que pagar por el uso de la red si la energía producida no se consume cuando se está generando. Es decir, lo que sucedería en casi todos los hogares que apuesten por la fotovoltaica y la quieran consumir de noche. Lo que todavía no se sabe es si este peaje por hacer uso de la red sustituirá al peaje actual sobre suministro o será un peaje adicional.

Con el «peaje» actual, unos 70 euros por MWh como tarifa de acceso, en las Islas Canarias el autoconsumo sería rentable por sí sólo en poco más de 12 meses para grandes instalaciones de cubierta o en un par de años para las viviendas por su índice de radiación, explican fuentes consultadas de APPA. Es decir, sería rentable sin recibir ningún tipo de prima o subvención con el peaje de consumo actual. Pero antes de 2017 ya sí sería rentable para todo el país. En concreto, de aprobarse hoy, el autoconsumo con los 70 euros de peaje actual, sería rentable en todas las viviendas de la Península en cuatro o cinco años y entre tres o cuatro años para las grandes cubiertas, añaden dichas fuentes.

El motivo, que el coste de la fotovoltaica no ha cesado de bajar. De hecho, sólo «en 2011 los precios de los módulos solares han caído en un 30 por ciento», asegura Tomás Díaz, de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF). De ahí que «en la actualidad cueste 0,8 euros el panel fotovoltaico por vatio, frente a los 3,5 euros que costaba en 2008», añade.

Desde 12.000 euros de Inversión
Con estos precios, si los propietarios de una vivienda decidiesen consumir su propia energía necesitarían instalar un sistema fotovoltaico de 5 kilovatios que ocuparía unos 80 metros cuadrados de superficie, ya que el consumo de un hogar medio en España requiere 4,5 kW de potencia, según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). El coste de esta instalación (que por ahora tiene que ser igual o de menor potencia que la que se va a consumir) asciende a 12.000 euros llave en mano. Es decir, todo incluido: un contador eléctrico bidireccional que permite medir tanto la energía que se genera como la consumida o un contador adicional, instalación, conexión con la compañía eléctrica... Un coste que según APPA se amortizaría en 19 años de media si la mitad de la energía que se genera se consume instantáneamente. Si por el contrario se consume el cien por cien al mismo tiempo que se produce se amortizaría en 13 o 14 años y, en cambio, si se consume siempre de forma dilatada, la inversión podría no amortizarse hasta que no hubieran transcurrido 28 años. Ejemplos, todos ellos, si el Gobierno deja el peaje actual de 70 euros por MWh.

Si bien, éste es el caso de una instalación fotovoltaica sencilla. A más complejidad, mayor precio. En concreto, para un hogar medio que requiriese modificación de la cubierta, se podría instalar unas placas de 3 o 3,3 kW de potencia con todo incluido por unos 13.500 euros, que se amortizarían de media en 15 años, según APPA.

Con el fin de fomentar el autoconsumo el sector pide que éste se base en el Balance Neto y sin pagar un peaje adicional; es decir, solicitan que por cada kilovatio hora producido en el hogar y vertido a la red se pueda consumir otro kWh de forma gratuita y sin contraprestación durante un año. De modo que si se va de vacaciones un mes, pueda consumir esos kWh no gastados a su vuelta, o si los produce por el día los consuma por la noche. Si bien, siempre dentro del plazo, de otro modo perdería esos «créditos eléctricos».

En el caso de optar por miniaerogeneradores, el precio sería 4.000 euros por kW y unos 500 más al año en mantenimiento. De modo que para producir entre el 50 y el 70 por ciento de las necesidades energéticas de un hogar habría que instalar un miniaerogenerador de 1,75 kW. El coste de dicha inversión ascendería a unos 6.000 euros el miniaerogenerador, a los que hay que sumar los 500 de mantenimiento anual citados. Un presupuesto que se amortizaría en 14 años aproximadamente con el peaje actual y en función del viento, según APPA. Lo ideal –añaden– sería lograr unos peajes adecuados para que se pudiera amortizar la inversión a los ocho o diez años».

Ésa sería la realidad en un país donde la minieólica no acaba de arrancar; cuando aumente la demanda y se modernicen los procesos de industrialización su coste bajará, tal y como ha sucedido con el resto de tecnologías limpias.

Ventajas
En cualquier caso, las ventajas de consumir su propia energía con Balance Neto son importantes: no supone coste para el sistema eléctrico; el consumidor obtiene un ahorro económico y energético de por vida con una inversión inicial; supone una mayor eficiencia energética del sistema gracias a la generación distribuida, que permite un ahorro energético no inferior al 10 por ciento, al evitar las pérdidas por transporte porque la energía se produce cerca de los puntos de consumo; reduce el consumo de combustibles fósiles y la dependencia energética de España con el exterior; disminuye las importaciones energéticas, lo que redunda en un menor déficit y la mejora en la Balanza de Pagos; permite un ahorro a través de las emisiones de CO2 evitadas, y facilita alcanzar los objetivos medioambientales del país referidos a la lucha contra el cambio climático, según la Plataforma para el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético.

Esta asociación solicita la agrupación de contadores, minimizar peajes y no limitar la potencia a 100 kW, entre otras cosas. De modo que los hospitales, fábricas y centros comerciales puedan sumarse al autoconsumo.

Empleo
Pero el autoconsumo, además, permitiría reactivar la actividad económica e industrial nacional y aumentar la competitividad de las empresas del sector, lo que ayudaría a crear hasta 40.000 empleos, según UNEF. Y si no, al menos, permitiría conservar los puestos de trabajo actuales.
Algo que resulta vital en los tiempos que corren, y más todavía con el reciente paso dado por el Ministerio de Industria. De hecho, el autoconsumo energético es considerado hoy la única tabla de salvación para las renovables, tras la supresión temporal de las primas a las nuevas instalaciones renovables.

De hecho, el anuncio publicado en el Boletín Oficial del Estado recoge que «el modelo de generación distribuida, con el acercamiento del coste de producción de estas tecnologías al coste de consumo para los segmentos de menos escala, cobra cada vez mayor importancia. Así, el procedimiento para permitir el denominado Balance Neto de electricidad, cuya regulación está en tramitación, constituye una alternativa real para el desarrollo de instalaciones de pequeño tamaño a través del fomento del autoconsumo de energía eléctrica».

En definitiva, abastecerse con su propia energía, tal y como ya se hace en otros países, no es sólo una opción, sino que resulta necesario, siempre y cuando se fomente esta opción.