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Puede sobrevivir el chavismo sin Chávez

Puede sobrevivir el chavismo sin Chávez
Puede sobrevivir el chavismo sin Chávezlarazon

Mientras millones de venezolanos se preguntan si la vida de Hugo Chávez cuelga de un hilo, muchos empiezan a cuestionarse si es posible que el denominado movimiento del Socialismo del siglo XXI pueda sobrevivir a su líder. La información filtrada interesadamente por parte de los ayudantes que acompañan al presidente venezolano en su viaje a La Habana, ha agravado las dudas sobre su quebradiza salud.

Los que son optimistas están preocupados de que el dirigente bolivariano no pueda recuperarse a tiempo para terminar con la lucha de poder que se ha desatado dentro de su partido y mucho menos para competir en la carrera electoral contra el flamante y joven líder opositor, Henrique Capriles.

El PSUV es un partido compuesto por ideólogos que han sido formados en Cuba y que ocupan puestos clave dentro del Gobierno. Cargos en muchos casos corruptos que teme perder la fortuna que han amasado en estos 13 años de chavismo, y narcogenerales preocupados de que sus crímenes sean perseguidos si el Gobierno se desintegra. «Si estos grupos chocan, la situación podría tornarse caótica. Si forman una alianza, probablemente cancelarán las elecciones de octubre», considera Roger F. Noriega, ex embajador de Estados Unidos en la OEA.

Una de las características clave del sistema chavista, inspirado en el del dictador Fidel Castro, consiste en acabar con cualquier figura que pudiera considerarse como un posible sucesor para impedir que nadie les haga sombra. Chávez ejercer un liderazgo autoritario y personalista. El modelo bolivariano se basa en programas sociales denominados «Misiones», destinados a mejorar la vida de los más pobres y a comprar sus votos. Es cierto que durante su mandato algunos venezolanos han conseguido salir de la pobreza más extrema pero no son capaces de subsistir por ellos mismos. Además de la dependencia, el modelo presenta otras fallas como la hiperinflación, la inseguridad y una tremenda polarización del país.

Sin embargo y aunque el camino estaría bien marcado para un posible sucesor, ninguno de los hombres cercanos a Hugo Chávez tiene el carisma ni la capacidad suficiente para tomar las riendas de Venezuela. Chávez desactivó a su delfín Nicolás Maduro, lanzándolo a la gobernación de Carabobo, cuando éste se postuló para reemplazarlo. Maduro cometió el mismo «sacrilegio» que Felipe Pérez Roque con Fidel Castro y que le condujo al desierto.
«Cuando se conoció el primer cáncer, Maduro se afanó en enmendar la relación con EE UU.

Pero Chávez sobrevivió y le cortó las alas al delfín. Difícil pensar, que lo rehabilite» asegura vía telefónica a LA RAZÓN, el sociólogo y analista, Dieterich, Caracas. «Maduro, desde sus tiempos en el Metro de Caracas, tiene la astucia y rudeza del trepador y golpista sindical. Pero carece de cultura y formación diplomática» agrega. En los últimos años, Chávez ha reemplazado a asesores corruptos que antes pertenecían a su círculo más cercano –Diosdado Cabello, Jesse Chacón, José Vicente Rangel, entre otros– por ideólogos formados en Cuba, como el vicepresidente Elías Jaua.

En la hipótesis de este proceso las Fuerzas Armadas tendrán su propio papel. Sin su consentimiento, no habrá candidato post-Chávez. Al parecer los mandos militares ya están preparando los distintos escenarios una vez conocida la recaída del presidente.
Jaua y su equipo no cuentan todavía con la confianza de los generales afines a las FARC, como el ministro de Defensa, Rangel Silva, que podrían resucitar a Cabello pese a las acusaciones de desvío de fondos. Sin embargo, Cabello, actual presidente de la Asamblea Nación, se ha ganado la antipatía nacional y eso le arrincona. Tampoco parece viable una solución a la cubana, depositando el poder en su hermano.

El ahora gobernador del Estado de Barinas, Adam Chávez, fue alejado de Caracas por corrupción y su perfil belicista. El «hermano maldito», como lo califica la prensa local, no dudaría en apoyar un levantamiento armado de las milicias chavistas si el comandante cae y las cosas no giran a su favor. Dado un panorama tan gris, la oposición se encuentra en una encrucijada. Por un lado si Chávez se retirase de la contienda, Capriles tendría el camino despejado para alcanzar la presidencia, pero la estabilidad del país podría peligrar.