Una negociación (fallida) a contrarreloj

Hasta última hora de ayer existían esperanzas de que los sindicatos convocantes de la huelga no cumplieran con la amenaza de no respetar los servicios mínimos del 50 por ciento. Sin embargo, cerca de las 23:00 horas, unos 3.000 trabajadores, en asamblea, votaron casi por unanimidad hacer que la segunda y la tercera jornada de paros (martes y miércoles) se secunde de manera total. VIERNES, 25La Comunidad tendió la mano a los trabajadores de Metro para evitar que el lunes comenzara la huelga. Incluyó en el decreto para la reducción de los sueldos de los trabajadores de las empresas públicas un 5 por ciento, una cláusula especial para Metro por la que «flexibiliza» la negociación entre empresa y trebajadores ya que permite que la rebaja se aplique en otros parámetros que no son el sueldo. LUNES, 14:00 HORASLos responsables de la empresa pública se reúnen con los cinco sindicatos convocantes para comunicarles los pormenores de la cláusula exclusiva aprobada por el PP en la Asamblea regional, en la calle Cabanilles. CC OO y UGT se muestran más abiertos a la negociación –admiten que «se ha dado un paso adelante»– pero el Sindicato de Conductores (que representa el 25 por ciento de la plantilla) no está dispuesto a llegar a un entendimiento entre las partes y declara que «Madrid va a reventar, eso seguro». LUNES, 17:00 horasSe convoca una segunda reunión entre empresa y representantes sindicales. No hay acuerdo. «Se acabó. Los trabajadores han dicho no y vamos hasta las últimas consecuencias», declararó Vicente Rodríguez, portavoz del Comité de Huelga y secretario general del Sindicato de Conductores, a la salida del encuentro, que añadió: «La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no va a poder hacer lo que quiera, porque tiene a los trabajadores de Metro en contra y lo vamos a demostrar».LUNES, 21:00 HORAS Los sindicatos reúnen en el Depósito Tres de Plaza de Castilla a los trabajadores de Metro. La reunión empieza con algo de retraso, pero unos minutos antes de las 23:00 horas acuerdan continuar con su amenaza y no respetar los servicios mínimos del 50 por ciento ni hoy ni mañana. También se manteiene el órdago de decretar una huelga indefinida a partir del jueves. La votación se produce casi por unanimidad y a la convocatoria asisten miles de empleados del suburbano, que abarrotan la sala y fuera llenan cada esquina del recinto. También se organizan piquetes para que desde medianoche (ayer a las 24:00 horas comenzaba la segunda jornada) impidan que salgan los servicios, salvo los trenes de mantenimiento.