García Nieto propone que los sueldos de los alcaldes los fije por ley el Estado

Valladolid- El modelo francés, por el que es el Gobierno, a través del Boletín Oficial del Estado, determina el sueldo de los gobernantes locales. Éste es el modelo a seguir, a juicio del presidente de la Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León (Frmpcyl), Miguel Ángel García Nieto, quien considera que el del país vecino es un marco regulatorio válido para «acabar con el morbo y el lío» que estos salarios provocan, a través de la transparencia. De esta manera quiso zanjar la polémica suscitada por una propuesta solicitada por la FEMP sobre la homogeneización de los sueldos de los ediles municipales.

Según expuso, el planteamiento realizado desde Castilla y León se hizo en relación con los altos cargos de la Junta de Castilla y León. En este punto, recalcó que «no es momento de tocar los sueldos, eso se podrá hacer cuando pase esta legislatura».

El presidente de la Frmpcyl aclaró que la administración más tutelada es la local, pero no refutó que se lleven a cabo los controles que sean pertinentes, siempre que sean «lógicos y prácticos».

Así lo expuso en un café de redacción, organizado por Efe en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, donde también traslado su «plena y completa seguridad» con respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy afronte la revisión de la financiación local. Igualmente consideró factible la superación de la Ley de Haciendas Locales de 1985. Y es que, a su entender, este Gobierno ha hecho más en tres meses que el anterior en ocho años para beneficiar a las entidades locales. «Toca ya, aunque la situación sea muy mala», consideró el también alcalde de Ávila.

García Nieto lamentó que a pesar de que los consistorios sigan representando el 13 por ciento de los ingresos derivados del Estado, como hace treinta años, los ayuntamientos continúen recibiendo cometidos a prestar ante el ciudadano. «No podemos seguir siendo el coche escoba de las competencias», sentenció.

Por último, García Nieto se mostró partidario de aplicar un límite a los mandatos políticos de ocho años, que constituiría una «medida higiénica» desde el punto de vista democrático.