Sucesos

Una nochevieja de traca

Los petardos y los fuegos artificiales tomaron las calles madrileñas en la primera noche del año. 

Una nochevieja de traca
Una nochevieja de tracalarazon

El sonido de las campanadas de la Puerta del Sol cedió parte de su protagonismo la pasada Nochevieja a un estruendo continuo e incesante en muchos puntos de Madrid. Calles, plazas y hasta paradas de metro se convirtieron en escenario improvisado de los más diversos espectáculos pirotécnicos. Las explosiones de petardos y fuegos artificiales tomaron la ciudad y van camino de convertirse en una incómoda y molesta costumbre. Hace semanas que se pueden escuchar explosiones de petardos casi en cualquier barrio de la capital, pero el carácter más festivo de la última noche del año dispara los estruendos. Lo que para unos es una fiesta y alegría, se convierte en un calvario para otros que tratan inútilmente de conciliar el sueño o descansar en su casa. Tirar petardos en la vía pública es una falta grave y puede acarrear sanciones de hasta 750 euros. Aunque tirar petardos en la calle está prohibido, su venta sí está regulada. Esta Navidad, además, será la primera desde la última actualización de la normativa que regula a nivel nacional la venta de estos productos. El año pasado, la edad mínima para comprar petardos era de ocho años, pero se ha elevado a los 12 para los de la llamada clase I.

Para otros más potentes, se eleva de 14 a 16 años y la venta de los de clase III es sólo para mayores de edad. Precisamente, el pasado día 31 se puso en marcha una iniciativa, de la mano de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que consistía en colgar en la red social Tuenti un mensaje que forma parte de la iniciativa «Plan Contigo», en el que se pedía a los jóvenes que cumpliesen las normas relativas a petardos y demás artículos de pirotecnia.