Ataque en tromba

Pérez Rubalcaba aguantó con calculada mesura el primer ataque en tromba del PP. En lo que resta de legislatura ésta va a ser la tónica dominante. Zapatero está ya tan abatido y caído en las encuestas que su figura parece del todo irrelevante. Por eso ayer en el Congreso era como si el presidente fuese el telonero del vicepresidente. La atención centrada en ver al triministro en su esplendor parlamentario. Perdió a los puntos. Soraya Sáenz de Santamaría demostró una vez más por qué Rajoy la eligió para el puesto que ocupa. Habla bien, argumenta con seriedad y le dice con desparpajo al vice-one que su pobre misión en el Gabinete es la de explicar mejor lo mal que gobierna ZP. A lo que presidente-b respondió con su habitual empaque, pero escaso de originalidad, que el problema es que el PP es un «partido antisocial». Menos original aún fue la segunda parte del combate. Aunque no por ello poco entretenida. Los diputados populares Rafael Hernando y Gil Lázaro se han especializado en «asuntos rubalcabos» y le recuerdan constantemente a nuestro hombre no sólo sus tiempos gloriosos como portavoz del gobierno de los GAL, sino el aún no aclarado chivatazo del Faisán. Y por supuesto esas inquietantes siglas JAG que acompañan al nuevo portavoz en sus mudanzas. Claro que don Alfredo lo envuelve todo dentro de la-campaña-del-PP-contra-la-Policía. Como si la Policía misma fuera él.