ANÁLISIS: Vuelta a los viejos hábitos por Juan ROLDÁN

- ¿Quién es el hombre fuerte en Rusia?
– Como si de un anuncio comercial se tratara, los nombres de los dos dirigentes rusos empiezan a ser inseparables en la historia política de los últimos años, uno como presidente y el otro como primer ministro. Además, como se intercambian sus puestos de trabajo cada cuatro o cinco años, podrían recibir como honroso calificativo el de la frase en el romancero español de «tanto monta monta tanto Isabel como Fernando». En la peculiar forma de entender las reglas democráticas, Dimitriv Medvedev, actual presidente de Rusia, anunció ayer que pensaba que Vladimir Putin, actual primer ministro, podía ser un buen presidente.
Hace cuatro años, Putin, que era presidente, dijo lo mismo al elegir a Medvedev para sustituirle en el Kremlin mientras él pasaba a ser primer ministro. En realidad, el hombre fuerte de la Rusia moderna es Vladimir Putin. En las últimas elecciones consiguió crear un gran partido político, Rusia Unida, y terminó prácticamente con el resto de la oposición.


- ¿Es Rusia una democracia al estilo occidental?
– Después de la caída del comunismo soviético y la desintegración de la URSS, Moscu vivió una etapa de libertades políticas conocida como la «Perestroika», de los presidentes Gorbachov y Boris Yelsin, y posteriormente políticos y legisladores iniciaron unas reformas que equipararon de alguna forma a Rusia con las democracias occidentales. Rusia se convirtió en una nueva patria reconocida internacionalmente, pero los viejos hábitos era difícil que desaparecieran y pronto surgieron algunas figuras que sentían bastante nostalgia de las costumbres anteriores.


- ¿De dónde viene Putin?
– Así surgió un hombre que con cierto carisma personal y el apoyo de la antigua KGB, a la que perteneció durante el comunismo, fue labrando una carrera política que le ha mantenido en el poder en los últimos diez años.
Los Servicios Secretos soviéticos eran conocidos por su dureza en la etapa de la URSS. Putin, con un barniz, los ha reconvertido en el KGB de la democracia. Dimitriv Medvedev, un economista y funcionario, se ha unido a Putin en la segunda etapa y cuando éste no podía repetir mandato en la presidencia, lo eligió para sucederle en el Kremlin y Putin se ocupo en esta etapa, que termina el 4 de diciembre, de la Jefatura del Gobierno. La Rusia actual no ha conseguido un desarrollo económico equiparable al de otras potencias, ni ha modernizado su industria al mismo nivel, por lo que está muy por detrás de Estados Unidos, Japón e incluso China.

Juan Roldán