Estados Unidos

Relatos contra la melancolía

Dos pacientes cuentan sobre papel su experiencia en el hospital La Fe

García Puerto, Salavert y Carrasco
García Puerto, Salavert y Carrascolarazon

VALENCIA- Un recordatorio sobre lo verdaderamente importante y una lucha contra la soledad en el quirófano se han alzado con el premio que la asociación José Luis Sampedro para la Salud y la Cultura del hospital La Fe de Valencia entrega cada año a los dos relatos -uno en castellano y otro en valenciano- que recogen las experiencias de los pacientes en el centro sanitario. En la primera categoría el reconocimiento fue para Javier Carrasco, periodista de profesión, que en «Una lección de vida» narra cómo un enfermo pasa una noche de hospital acompañado de sus seres queridos.

Carrasco pasó parte del mes de julio en una cama de La Fe. Los resultados de unas pruebas le llevaron directo al quirófano. «Cuando te operan sin apenas tiempo para asimilarlo, piensas en muchas cosas, en lo frágil que es la vida y en la importancia de estar en buenas manos. Te das cuenta de que hay pocas cosas importantes y la principal de ellas es el cariño de tu gente. Ese cariño y ese calor son tan importantes como la ciencia de un médico para curarte».

 El periodista solo tiene elogios para todos los que le trataron, desde la doctora Teresa Bas hasta el personal de la limpieza. «Mi paso por allí me ha reafirmado en mi defensa de la sanidad pública». Sin embargo, no entiende «que hubiera una planta de Traumatología cerrada por los recortes» cuando estuvo ingresado.

Y es que, a su juicio, estos recortes disminuyen la calidad de la asistencia sanitaria «de manera directa», porque «al haber menos personal, la prestación del servicio empeorará antes o después (...) España podía presumir de tener uno de los mejores sistemas de sanidad pública, y esto ahora está en cuestión».

En cuanto al mejor relato en valenciano, la galardonada fue Carmen García Puerto, por «Al Despertar», una historia escrita en primera persona que narra «desde la más absoluta soledad en la que te encuentras cuando te dejan caer sobre la mesa de un quirófano, hasta la gran necesidad que tienes de todas las personas que te rodean».

Porque, como explica la premiada, detrás de cada enfermo «hay miedos, sueños y una vida (...) Y al despertar te das cuenta de que los necesitas a todos, que nadie es prescindible, desde el celador que te acompaña al quirófano, al cirujano, pasando por el enfermo con el que te ha tocado compartir habitación y tu familia y amigos».

Pese a que su paso por el hospital fue, afortunadamente breve, fue lo suficientemente intenso «para reflexionar sobre lo que realmente es importante en la vida». «Te das cuenta -asegura- de que ante la enfermedad todos somos vulnerables». Ella también valora la calidad de la asistencia pública valenciana como una de las mejores del mundo. «Hemos disfrutado durante muchos años de una sanidad pública repleta de grandes profesionales cuya principal motivación no es económica. Aquí no se compran profesionales como en Estados Unidos, sino que se han formado en hospitales públicos». Por ello ve con cierto pesar cómo la crisis «merma ampliamente» los recursos materiales de los hospitales. «Ya está sucediendo. Se obliga a las nueva generaciones a buscar salida en otros países».

Esta asociación lleva una década combatiendo la ansiedad y la melancolía de los pacientes hospitalizados. La meta es lograr hacer más provechosa y agradable su estancia, la de sus acompañantes y el trabajo del propio personal del hospital.

 

«Medicina para el alma»
La Associació de Bibliotecaris Valencians nombró a la responsable de la biblioteca de pacientes y usuarios de La Fe «Bibliotecaria del año». Pepa Salavert, acaba de jubilarse tras 21 años como responsable de este servicio ofreciendo biblioterapia, una alternativa al desasosiego, la soledad o la tristeza que provoca la enfermedad. Explica que desde la biblioteca se ofrece «medicina para el alma».