De la Primavera Árabe al cayuco

Madrid- Si algo ha quedado claro en 2011 es que la «huida» de España era una tendencia en alza tanto en ciudadanos extranjeros como autóctonos. La crisis provocó que fueran más los inmigrantes que abandonaron nuestras fronteras –445.129– que los que las cruzaron –415.523–. Y la falta de oportunidades posibilitó que 60.000 españoles abandonaran el país. Ante este adiós generalizado, sorprende el «Balance 2011 de la lucha contra la inmigración ilegal», presentado ayer por la Secretaría de Estado de Inmigración: el número de «sin papeles» que llegaron a través de cayucos a nuestras costas aumentó ni más ni menos que un 50 por ciento: de 3.632 en 2010 a 5.443 el pasado año. A éstos habría que sumar los de Ceuta y Melilla, que pasaron de 1.567 en 2010 a 3.345 en 2011.
El secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, explicó ayer que este aumento se debe a la «explosión migratoria derivada por la crisis de la Primavera Árabe en países como Libia, Egipto o Túnez», así como al hecho de que «España sigue siendo un destino deseado y apetecible». Así, afirmó que «la crisis no ha supuesto un elemento disuasorio; España es un destino preferente».
Ulloa cree que el incremento anunciado ayer «no es un dato negativo porque hay que contextualizarlo». Y es que en 2006, recordó, se dio una «avalancha» marítima que provocó la llegada de más de 39.000 inmigrantes ilegales, 33.000 más que el pasado año. Un caso significativo es el de las Islas Canarias: más de 31.000 inmigrantes desembarcaron en cayuco en 2006; en 2011 apenas fueron 340. «El modelo de gestión de inmigración es un éxito», subrayó Ulloa, gracias «a la actuación de la Policía y a la colaboración con países como Senegal, Marruecos, Mauritania o Argelia».
El Ministerio del Interior repatrió durante el pasado año a 30.792 inmigrantes ilegales, apenas 600 más que el año anterior. De éstos, 11.358 –un centenar menos que en 2010– fueron expulsados al carecer de documentación.
Sí aumentaron considerablemente las denegaciones de entrada en puestos fronterizos –puertos y aeropuertos–, que pasaron de 9.453 a 11.092. Además, el número de extranjeros interceptados y devueltos tras cruzar las fronteras de Portugal y Francia disminuyó un 34 por ciento.

Tendencia al alza en 2012
En cuanto al número de inmigrantes que permanecen en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIES), desde Interior aseguran que, de las 1.224 plazas disponibles en los nueve centros peninsulares, sólo están ocupadas 822. Así, el índice de ocupación estaría en torno al 73 por ciento.
Con todo, ¿qué nos deparará 2012 en lo que a inmigración ilegal se refiere? Carlos Abella, director general de Relaciones Internacionales y Extranjería, pronostica que la «inestabilidad» en la zona del Magreb podría provocar un «aumento» de estos flujos migratorios.

Delincuentes expulsados
De los 11.358 extranjeros –un centenar menos que en 2010– que fueron expulsados de España, el 80 por ciento –9.114– había cometido delitos o contaba con antecedentes judiciales, lo que supone un aumento del 11,2 por ciento. Mientras, el 20 por ciento restante fue repatriado por no contar con documentación.